Maracanazo no… ¡Fue Macanazo!

El consuelo es que iremos por el bronce. La realidad es que esta derrota duele en el alma… ¡Carajo Per Brasil fue demasiado para nosotros.

Se esfumaron los sueños de pelear y después del 3 a 0 dejamos de contar los goles.

La gloria será para otro; para nosotros, bronce, cuando mucho.

Bajón anímico colectivo para ocho millones de hondureños que tuvimos fe y soñamos. ¡Pero ese sueño solo duró quince segundos y se acabó!

El error de Johnny Palacios fue un golpe del que nunca nos pudimos recuperar.

Un error.

Mala defensa.

Neymar.

Un árbitro que se puso la verde amarelha.

Más errores en defensa.

Y así, entre esos “pequeños” detalles nos fue cayendo esta goleada dolorosa.

El fútbol (frase tonta pero real), es de resultados. Y cuando uno pierde hay enojo, bronca, busca culpables y los encuentra.

Los aplaudimos en sus triunfos y los acompañamos en sus derrotas, pero tampoco taparemos el sol con un dedo: no podemos sentirnos felices con la debacle en el Maracaná.

Ya habrá tiempo para emocionarnos por las posibilidades de ganar una medalla olímpica por primera vez en nuestra historia.

Pero ahorita, miércoles 17 de agosto de 2016, andamos con el ánimo por los tobillos.

¡Que nadie me hable!