Sin andarnos con rodeos…
Ser aficionado, seguidor o hincha de un equipo de fútbol es estar presente en las buenas y en las malas, así de simple.
Cuando los resultados son positivos es más que válido celebrar y sentirse feliz, pero cuando el panorama es oscuro es cuando el equipo más necesita de tu apoyo.
Exactamente en esos momentos de flaqueza es cuando el mundo tiene que enterarse que pase lo que pase siempre estarás orgulloso de tus colores, que como aficionado nunca le darás la espalda al amor de tus amores y que en todo momento serás fiel, deseándole siempre lo mejor a tu institución.
No estoy diciendo que como seguidor de un equipo nos “chupemos el dedo” y dejemos que los directivos hagan y deshagan dentro del club, que los jugadores no le pongan amor a la camisa o que el técnico no se tome en serio su trabajo; las críticas son más que válidas, pero todo se sale de control cuando le deseamos lo peor a eso que tanto amamos.
Aquí en Honduras curiosamente tenemos un montón de hipócritas, y disculpen la expresión, pero es la cruda realidad.
Antes de comenzar los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 muchos decían que nuestra Bicolor simplemente iría a pasear, que nuestros jugadores no eran capaces de competir, que a nuestro técnico solo le importa el billete y que mejor preferían ver una buena película o algo por el estilo antes que ver un juego de la H.
¿No me creen?
Bueno, para muestra un botón.
Esos son apenas unos cuantos comentarios en contra de nuestra Selección Nacional, algo que aún no me puedo explicar pero sucedió, muchos le tiraron duro y algunos le desearon lo peor, pero hoy que estamos entre las cuatro mejores selecciones Sub-23 del mundo “todos” vamos con la H… ¿Irónico, no?
Una cosa es ser realista y admitir las posibilidades que tenía nuestra Bicolor, por que tenemos que ser sinceros, con Argentina y Portugal dentro de nuestro grupo era casi una locura pensar que clasificaríamos, pero sucedió, de igual manera nadie pensaba que Costa Rica haría el Mundial que hizo en el 2014, pero también sucedió; todos fueron realistas pero jamás dejaron de confiar y de palpitar lo hermoso que tiene este deporte, donde nunca se sabe lo que pasará.
En fin, no es cuestión de hablar mal de ese montón de “hipócritas” ni nada por el estilo, es mas, estoy seguro que eso es algo normal al rededor del mundo;cuando el tren va encarrilado todos quieren montarse, y saben qué (?)… ¡Bienvenidos sean!
Olvídense de esos momentos llenos de pesimismos y únanse a nuestro sueño, el cual es alcanzar nuestra primer medalla en la historia de los Juegos Olímpicos.
¿Seguro que nunca ganamos?
Bueno, como todos sabrán el miércoles jugamos en las semifinales ante la selección de Brasil, y créanme, para llegar a esta instancia se necesita ganar.
El que no sueña no vive… Derrotar a Brasil y clasificar a la final es algo muy complicado, así que eso del “Maracanazo” es casi es una ilusión, sin embargo la selección catracha nos ha enseñado a creer y como dijo Chelato: “Nunca se sabe”
#YoConfíoEnLaH
¡Vamos Honduras!