Allan Mcdonald rinde un sencillo pero profundamente emotivo homenaje a Guillermo Anderson. El mejor caricaturista de Honduras abrió las ventanas de su casa en Santa Lucía para que los rayos del sol iluminaron todo eso que de repente se había puesto oscuro con la noticia que le llegaba desde La Ceiba.
“Con Guillermo fuimos amigos desde hace 24 años. Es un momento muy triste para todos, para el país, para su familia, para mí…”, dice Allan.
Lo recordaré como aquel muchacho que soñaba a la orilla del Cangrejal -agrega.
De todas las canciones de Guillermo, la favorita del papá del Ñeco es Pepe Goles, el delantero al que se le esfuma la gloria por una lesión.
“Allan, ¿cuál es el legado de Guillermo?”, le pregunto. “Uno solo: la vida”, responde.