¡Un aplauso que se escuche hasta el cielo!

Honduras llora la pérdida de su cantante más importante, del cantante más alegre, del cantante y amigo de todos.

Los hondureños estamos conmovidos, consternados. No encontramos respuestas en las preguntas: ¿Por qué Guillermo? ¿Por qué tan joven?

Leyendo en las redes sociales encontramos un comentario de Martín Rodríguez. Espero, algún amigo de Martín le cuente que publicamos sus palabras por considerar que son las más acertadas de todas las despedidas que hemos leído para nuestro gran Guillermo Anderson.

Gracias Martin, aquí tu opinión tal cual la redactaste:

“Hoy por un momento no sonará la guitarra ni la marimba, no habrá parranda en el fondo del mar, nadie colgará las algas fosforescentes del decorado, la abuela acumula una memoria más, el cusuco y el tepescuincle soltarán la caramba solo por un momento, el tigrillo y los olingos rendirán su homenaje, las flores del jardín de doña Estela florecerán con un toque especial en este día. La cipota de barrio llora, la niña Manola dejará de brincar y saltar por el aire, Manuelito deja por un momento los quehaceres de la casa, Doña Rosa deja de preparar su encarguito.

El capitán Morris llegará al puerto a rendir sus saludos, Haydee se ha puesto sus mejores trajes para dedicarle un calipso o un regué, María Dolores se escapará de su carcelero para presentar sus respetos, todas las musas del Caribe lloran porque su autor se ha ido.

La botella lanzada entre Honduras y Jamaica fue encontrada, la carta que estaba adentro era una oda de Guillermo a su amor más grande, ¡Honduras!

Las goletas y pesqueros llegarán al puerto, se siente la costa y calor en los corazones de los que lo queríamos,  aquel barco llamado Libertad quedó sin dueño.

Solo por un momento todos los personajes detendrán sus historias para rendirle homenaje y agradecimiento a don Guillermo Anderson. Un aplauso que se escuche hasta el cielo, y luego retornarán a sus actividades, creadas por la mente de un genio que amaba a su país.

¡Esa fuerza que tenés Guillermo! Se le agradece toda su trayectoria, desde niño canté sus canciones, de adulto me quedan viendo como loco porque sigo cantando sus canciones y definitivamente les cantaré a mis hijos las canciones con las que crecí. Muchas veces nadie sabe quién es Guillermo Anderson, pero yo tuve el honor de saber quién es y disfrutar su música desde que tengo memoria.

Por fortuna se le hicieron muchos homenajes en vida, se fue sabiendo que su país lo apreciaba. Las redes sociales permitieron que pudiéramos mandarle saludos y expresarle admiración.

Don Guillermo, gracias por tanto, que lástima que fue otra víctima del maldito cáncer pero lo recordaremos siempre con su música, su alegría y su amor por este país llamado Honduras.

¡Hasta siempre don Guillermo!”

¡Gracias Martín Rodríguez! ¡Honduras te lo agradece!