¿Siguen solteros?
Estoy segura que muchos se preguntan el porqué y se ponen a pensar “Pucha, es el colmo que esa cipota, guirra, mujer -o como la quieran llamar-, no me hace caso”.
Otros dicen “Me paso quebrando la cabeza diciéndole piropos y ni me voltea a ver”.
Esos piropos tal vez son como “Uuy, mami, qué curvas y yo sin frenos!”
“¡Quién fuera cemento pa sujetar ese monumento!”.
“¡Los ángeles se están cayendo del cielo!”.
“Si la belleza pagara impuestos, estarías en la cárcel”.
“¿De que juguetería te escapaste, muñeca?”
“Tanta carne y yo a dieta”.
Si después de todo este repertorio nadie cae en sus brazos, déjenme decirle que probablemente le están diciendo el piropo equivocado.
Y ya es hora que prueben otras tácticas que tal las de Pokémon, ja, ja, ja, así como lo leen. Así que aquí les dejo unos cuantos para ver si se animan.