Ni modo, cuando cometes un error de grandes magnitudes no queda de otra que afrontar las consecuencias, así como el caso del técnico de la Selección Nacional Jorge Luis Pinto, quien ha sido sancionado por la FIFA con cuatro partidos de suspensión, esto por los incidentes que tuvo con Ramón Enrique Maradiaga en el último encuentro eliminatorio.
La información comenzó a correr ayer por diferentes medios de comunicación, sin embargo es una noticia no confirmada oficialmente según lo que comentó el secretario de la Fenafuth José Ernesto Mejía, quien también asegura que aunque el castigo sea verdad apoyarán al estratega colombiano en todo momento.
“Es algo que debo dejar claro, el proceso sancionatorio aún está en proceso, es algo que no está en firme, por lo tanto la Federación ha manejado el tema con mucha cautela por la delicadeza y la magnitud que tiene (…) Haremos todos los descargos correspondientes ante la FIFA, contra o para lograr defender en este caso a la Federación y al profesor Pinto, pues consideramos que puede haber una sanción desproporcionada”, mencionó Mejía.
Desde la Federación se informó que ya se está trabajando en un recurso de apelación, ya que al parecer la sanción impuesta por la FIFA parece inminente, por lo cual no queda de otra más que intentar reducir el castigo.
“Hay un recurso de apelación y ya estamos en ese procedimiento. Estamos en la tercera etapa del proceso, estamos esperando que este finalizara, pero ahora necesitamos evitar que haya distracciones antes de los Juegos Olímpicos. Esta información se filtró de una manera inadecuada”, agregó el secretario de la Fenafuth.
Ahora, les pregunto:
¿Vale la pena apelar una sanción por Jorge Luis Pinto?
Tenemos que aceptar que el estratega colombiano cometió un error en aquel partido ante los salvadoreño, no logró controlar sus emociones y protagonizó un acto penoso que le costó la expulsión, así que a la FIFA no le quedaba de otra más que analizar el caso y crear un castigo.
La reacción de la Fenafuth es más que normal, la oportunidad de reducir la sanción existe y la esperanza es lo último que se pierde, por lo tanto si vale la pena apelar la determinación del máximo rector del fútbol.
