Con mas de cincuenta años de existencia, el Mercado Guamilito, ubicado en el barrio del mismo nombre en San Pedro Sula, cuenta un sinfín de historias y personajes
San Pedro Sula, Honduras.
El Mercado Guamilito es uno de esos lugares mágicos que forman parte del espíritu y alma de San Pedro Sula y es un punto obligatorio para cualquier turista nacional o extranjero.
Artesanías, puestos de comida, venta de flores, abarrotería en general y alrededor de cincuenta puestos de tortillas conforman este centro comercial que en sus inicios en 1964 únicamente ofrecía verduras, frutas y puestos de pulpería.
Fue hasta hace veinte años que la secretaría de Turismo convirtió un ala del mercado en uno de los mas importantes puntos de ventas de artesanías y productos típicos de Honduras.
El calor era intenso pero la sonrisa alegre de los vendedores y las melódicas frases como “pregunte, Tito”, “qué busca, amigo”, “pase sin pena”, “tortillas calientitas, ¿cuántas le doy? y el olor de las famosas baleadas de Estelina nos hicieron pasar un rato ameno y lleno de historias.
Don Nicolás, uno de los pioneros del Guamilito
Don Nicolás, ¿tiene concentrado para pollitos? -preguntó un cliente. ¿Están pequeños o ya son pollones? -contestó Don Nico quien tiene una venta de abarrotes varios desde 1964 cuando inició la actividad comercial en este recinto del Barrio Guamilito cuando emigró de su pueblo natal Caridad en el departamento de Valle.
“Mire, yo empecé con una pulpería desde que inició el mercado, ahora vendo mas de cincuenta clases de granos, incluso acá vienen montón de árabes a comprarme ingredientes para hacer su comida tradicional, y pues vendo comida para animales y cualquier abarrote que se pueda vender”.
FOTO: Don Nicolás vendiendo comida para pollitos
El fantasma del Negro
Don Nicolás nos cuenta que una de las anécdotas que pasa casi a diario en el Guamilito es que el mismo tiene un horario de 6:00 a.m. a 5:00 p.m. pero a las 4:30 p.m. algunas personas gritan: “Ahí viene el Negro”, anunciando que es la hora de bajar cortinas y cerrar los puestos y en alusión a una persona afrodescendiente que supuestamente falleció dentro del mercado y que sale a asustar a las personas que se quedan después de las cinco de la tarde.
Las Baleadas de Doña Estelina
Tal vez usted ha visto los diferentes restaurantes Estelina en la zona norte del país, pero no muchos conocen la historia de esta famosa señora.
Fue en 1972 cuando doña Estelina llegó al mercado Guamilito y puso un puesto de verduras. En 1983 cambió de rubro y comenzó con la venta de comida casera, haciendo y vendiendo el plato del día. Catorce años después en 1997 ya se podía encontrar comida buffet y otra variedad de platos típicos.
Pero son sus famosas y deliciosas baleadas y sus sopas tradicionales de la cocina catracha que hacen que cientos de personas visiten a diario a doña Estelina.
FOTO: Fachada del primer Estelina.
“Baleadas en la mañana, cientos de baleadas vendemos a esa hora y las sopas a mediodía, esas son nuestras especialidades, a parte que a cada cliente lo tratamos como si fuera de la familia” ,nos comenta Doña Estelina.
“No crea que es tan fácil hacer tortillas”
FOTO: Sandra lleva quince años haciendo tortillas.
Me acerco a uno de los cincuenta puestos de tortillas del mercado, siempre que he pasado frente al mismo me llama la atención ver unas cuarenta mujeres en las calles ofreciendo este complemento de maíz que no puede faltar en el plato de ningún catracho.
Me acerco a una muchacha, joven, unos 21 años, y le pregunto: ¿es difícil hacer tortillas usted?, no crea que es tan fácil, me responde. Sandra Arita tiene quince años en el Mercado, desde que es una niña, ese puesto posiblemente es su primera casa. A pocos metros esta en otro puesto su madre, Santos Isabel quien desde hace veintisiete años palmea esas delicias de maíz que no pueden faltarnos con la carne asada, frijolitos, chorizos, en tacos, etc.
FOTO: Doña Santos, 27 años haciendo tortillas.
Sandra y Santos hacen aproximadamente mil trescientos tortillas cada una y se venden doce por diez lempiras las pequeñas y ocho por diez lempiras las grandes. Pero ojo que también las hacen a como usted las pida, delgaditas como en Tegus o bien gorditas como en el Occidente del país.
Un mundo de formas y color
Cofres, animales, trompos, cuadros y otro sin numero de objetos tallados en madera se mezclan entre coloridos vestidos típicos y hamacas, que a su vez cubren trompos, yoyos y para los mas grandes puros de tabaco o guifiti y para la casa una gran cantidad de formas hechas de barro perfectas para adornar cualquier hogar hondureño.
Aquí en el Pabellón de Artesanías a Doña Estela Alvarenga de Martinez quien ha pasado mas de la mitad de su vida o a Johana que desde que es un bebe acompaña a su madre y ahora junto a su hija quien nos muestra como hacer bailar el trompo maneja el puesto de artesanías.
Vaya tarde en el Mercado Guamilito, donde la alegría, el calor humano, carisma y ese sabor que solo los sampedranos saben transmitir, se siente en cada rincón del recinto.