Cuando escuchamos el nombre de Cristiano Ronaldo asumimos todo lo que conlleva, por el simple hecho de haberlo visto jugar. Detenerse a ver su recorrido, a observar sus logros conseguidos y ver la calidad de deportista que es, hace el sentimiento que prevalezca es justamente ese: admiración. Cristiano Ronaldo no es sólo un jugador ganador de tres balones de oro y en vísperas de ganar un cuarto, el portugués es un deportista, con todas las letras, y vayamos a ver lo que eso significa.
Convengamos que es el año de hablar de Cristiano Ronaldo, figura, estandarte y estrella del Real Madrid Campeón de Europa. Líder, crack y bandera de Portugal Campeón de Europa. En resumidas cuentas, Cristiano Ronaldo es el Campeonísimo de Europa. Vivimos en un mundo donde muchas veces se tildó de polarizado, unos apoyan un equipo, otros otro equipo y a veces se pierde el objetivo del deporte que es la diversión. Sin embargo, aún en la diversión, hay un fundamento que es la gran base para que un futbolista pueda llegar a la cima, y pilar esencial del mantenerse allá arriba: La Disciplina.
Decir Disciplina es sinónimo de Cristiano Ronaldo, porque es el claro ejemplo de que la perfección no existe, y toda capacidad aunque parezca perfecta, se puede mejorar, y eso se logra con trabajo. El portugués, logró despuntar antes que Lionel Messi en aquel equipo maravilloso de Manchester United campeón de Europa de la mano de Sir Alex Ferguson en 2008, antes de eso, mostró su calidad en la Copa del Mundo de Alemania, y además de dio tiempo de convertirse en referente en Sporting de Lisboa. Es a partir de la temporada 2007-2008 que vemos al Cristiano Ronaldo eje y gran actor del fútbol mundial. Con el paso del tiempo Messi “eclipsó” por 4 años consecutivos a Ronaldo pero lo interesante de todo esto, es que Cristiano siempre se mantuvo a la vanguardia, derrotas acumuladas que sigilosamente se convirtieron en lecciones que finalmente dieron frutos, recobrando la memoria para ser Campeón, todo ese recorrido de aprendizaje lo vimos plasmado el Domingo recién pasado en el Stade de France, un líder, un tipo que se rehúsa a evitar que una lesión le quite la alegría del momento más sagrado de un jugador, estar al lado de la hermosa pelota, y en una final de Eurocopa, peor. Me dio la sensación al ver las lágrimas de Ronaldo cuando yacía tendido en el césped que se le acaba la vida en ese momento, odiando su rodilla por no ser resistente cuando debía, pero todo eso que él transmitía en ese momento, esa tristeza, desazón de la amargura, todo eso es entendible, lo entiende todo aquel que jugó a la pelota alguna vez en su vida.
Cristiano es jugador tremendamente determinante, y lo digo porque a lo largo de la Eurocopa se le cuestionó por no aparecer con más constancia, aparentemente Ronaldo no apareció en algunos partidos de esta Eurocopa, quizás porque Ronaldo es sinónimo de gol, asi que la idea de que Ronaldo valide su juego es a partir de goles conseguidos, hoy en día no es así. Ronaldo estuvo presente todo el torneo, en cada momento, en cada jugada, transmitiendo energía de líder a cada uno de sus compañeros, y cuando esos compañeros que definitivamente funcionaron como equipo no aparecieron, el que daba un zarpazo en la mesa era Ronaldo, como por ejemplo el partido contra Hungría, aguerrido fue, y de mágico revivió a un equipo moribundo, luego nunca volvieron a caer. Tanto fue el esfuerzo de líder que cuando tuvo que abandonar el terreno de las acciones en la final de la Eurocopa, sus amigos, sus hermanos del fútbol, sus compañeros de selección ya sabían qué hacer, y lo demás fue Historia, Portugal Campeón como equipo de la mano del Campeonísimo de Europa, Cristiano Ronaldo.
Abrazo de gol para todos.
