Gales, la pequeña nación de 20,779 kilómetros cuadrados que junto a Islandia y de la mano de Gareth Bale se ha constituido en una enorme sorpresa en la Eurocopa y que se encuentra a tan solo un juego de alcanzar la final, no disputa su primer gran certamen ya que su estreno internacional se produjo en la Copa Mundo de 1958, competición a la cual llegó de una forma bastante extraña, incluso se puede decir que lo hizo de carambola y una vez en la fase final, su nombre resaltó por empatar 1-1 ante México y ser la primera nación que no pudo vencer a México en certámenes mundialistas (los aztecas acumulaban nueve derrotas consecutivas), por eliminar a los húngaros, los cuales si bien llegaron con un equipo desmembrado tras la revolución de 1956, eran los subcampeones vigentes y también por ser la selección que recibió el primer gol oficial de Edson Arantes do Nascimento “Pelé” con la selección brasileña pero como dije anteriormente, su clasificación al torneo celebrado en la península escandinava fue quizá la más extraña en la historia de los campeonatos organizados por FIFA.
La etapa clasificatoria para el torneo de Suecia 58 registró grandes batacazos como la descalificación de grandes potencias como España, Italia y Uruguay, las cuales fueron superadas en su orden por Escocia, Irlanda del Norte y Paraguay pero la nota curiosa en la zona de influencia de la UEFA se dio en el grupo en el cual Checoslovaquia, Gales y Alemania Oriental disputaron su pase a la competición a celebrarse en 1958 y como era de esperarse, el conjunto checo superó a sus rivales y por ende, los galeses quedaron aparentemente eliminados y lo digo de esa forma porque en otro lugar del planeta, Turquía, Indonesia, Egipto y Sudán se negaron a enfrentar a Israel pero ninguna nación podía acceder a la cita mundialista sin disputar algún partido de fase previa y ante eso se determinó que la escuadra del Medio Oriente debía disputar una serie de repechaje ante alguno de los segundos lugares de los grupos de Europa o Sudamérica pero ni los ibéricos, los azzurri ni los charrúas aceptaron esa opción de redimirse del fracaso y fue así que se le brindó esa segunda oportunidad a los galeses, los cuales superaron al combinado hebreo con marcador global de 4-0 y de esa manera accedieron a su primera y única justa Copa Mundo.