Jamie Shupe se ha convertido en la primera persona de Estados Unidos en no ser oficialmente reconocida ni como hombre ni como mujer, liberándose de este modo de la convencional clasificación binaria de género. “He recuperado mi vida”, afirma a The Guardian, “no soy un hombre. No soy una mujer”.
Antes de nada, conviene señalar la dificultad a la hora de escribir este tipo de artículo en castellano, dado que la mayoría de nuestro vocabulario indica género masculino o femenino. La barrera del lenguaje y el reto que supone expresarse de la manera más adecuada sin encasillar a alguien en uno de estos dos géneros es solo un detalle que permite hacerse a la idea de las complicaciones a las que personas como Shupe tienen que hacer frente para alcanzar la aceptación. En inglés, Shupe personalmente prefiere el término ‘they’ (ellos), en lugar de ‘he’ (él) o ‘she’.(ella)
Shupe fue definido como varón al nacer, hace 52 años al sur de Maryland, y dedicó su vida al ejército. A menudo recuerda sentirse como si no fuera parte de la sociedad, sin ningún modelo que seguir. A los 49 años se casó con una mujer y tuvieron una hija, y fue entonces cuando empezó a exteriorizar su contradicción interna, por lo que comenzó a hormonarse. “Me imaginé que era una mujer transgénero. Pensaba que bueno, que no era un hombre”, explica Shupe.
De mujer a no binario
El Condado de Multnomah le dio la razón a Shupe a principios de junio, incluso aunque no hubiese precedentes en su caso. De este modo, su género pasó de ser mujer a ser no binario en los documentos oficiales, lo cual, según explica, le “da un lugar para existir”. Al mismo tiempo, da esperanza a muchas personas en su misma situación, que luchan para vivir una vida sin etiquetas.
Y ustedes ¿Que opinan?
