Hoy es un día especial, celebrarán los hondureños a los cuales les corre sangre tricolor por sus venas. El 12 de junio de 1912 nace el más grande de todos los equipos hondureños, el Club Deportivo Olimpia. Cuando es una fecha especial, hay que celebrar por todo lo alto, ponete hoy la camisa del equipo de tus amores, mostrá con orgullo la buena decisión que tomaste al elegir ser un albo más.
El club más laureado del país cumple hoy 104 años, por si no habías sacado la cuenta, esos años han estado llenos de leyendas, anécdotas, triunfos; muchos triunfos, copas, también de decepciones, pero sobre todo han estado llenos de felicidad. Esa felicidad que ha sido transmitida de década en década, esa que sentimos cuando sale nuestro equipo a jugar y escuchamos los cánticos que los alientan. La felicidad que nos ha dibujado una sonrisa en el rostro más de 30 veces. La vida es de momentos, y seguro vos le debes muchos de esos buenos momentos al equipo. Nada se puede comparar a la emoción de gritar un campeonato, o de querer ser un jugador más sobre la cancha y meter los goles vos porque no podes más con la ansiedad. Eso no se vende en un centro comercial, esos momentos que te llevarás hasta el final.
Mi deseo para el club en este día especial es que siga siendo el mejor y siga dando oportunidad a los jóvenes, que vuelva a ser el rey de Centroamérica y que dé de qué hablar en la región. El Olimpia es un equipo grande, es momento que salga de la sombra y que pueda dar un buen espectáculo a nivel internacional. Deseo también que el equipo tenga jugadores que amen los colores, que les importe la presión de jugar en el equipo más ganador, que corran como si no importara nada más y entiendan la importancia de vestir esa camiseta. Si un equipo está comprometido, es más fuerte es muy difícil que no se recupere de un revés, eso necesitamos.
Los jugadores van y vienen, el cuerpo técnico cambia, los directivos también, algunos aficionados ya no están y otros nuevos nacen, pero lo que queda ahí perenne es la grandeza y la gloria de este equipo, esa está escrita en piedra y nada ni nadie la pueden borrar.
¡Salud, larga vida al Viejo León!
Vivian Pavón
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