Imaginate voz de radio: “¡Últimaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa hora! ¡Última horaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Se nos informa que se le ha asestado un durísimo golpe al “crimen organizado. No teneos detalles pero en breve estaremos informando.
Ya se habla de una posible extradición”.
No tengo más información. La foto es del Facebook. Se informa de la detención de un humilde hombre que fue capturado junto a la prueba del delito: una mata de guineos verdes.
El hombre aparece cabizbajo, apenado. Uno de los soldados está igual, avergonzado, porque cuando lo entrenaron le dijeron que iba a capturar narcos, secuestradores, robacarros, y que participaría en la detención de los cerebros del saqueo del Seguro Sociales.
Lo que son las cosas. Mirá al pobre detenido. Humillado, como si se hubiera robado la mona lisa. ¿Y los delincuentes de este país? Pues allí salen bien sonrientes en las páginas de la alta sociedad, o postean selfies con sus rostros de cerdos en sus mansiones con piscinas, mientras en el fondo aparecen los amigotes hartándose de todo.
Pero espero saberlo pronto. Mientras tanto, respiro profundo. Dormiré como un bebé. Pues mi vida ya no corre peligro.