Los tres mosqueteros

Carlos, Eilyn y Vanessa “Trabajamos porque no hay nada de comer”.

Ellos son los tres mosqueteros de los malabares en la calle, y es que el dicho de estos famosos personajes que dice “Uno para todos y todos para uno” estos tres pequeños ciudadanos lo hacen cumplir pero al llegue, a pesar de su edad los que están atrás de ellos lo han entrenado muy pero muy bien.

Se preguntaran ¿Por que bien entrenados? bueno aquí comienza esta historia, para mi la mejor y la mas desgarradora platica que he tenido con personas trabajadoras, ellos son tres pequeños que tratan de buscar ganar un par de pesos para llevar a su casa.

Carlos, de camisa blanca teñida por el polvo, buso café y en sus hombros sostenía una mochila (de la escuela al semaforo), Eilyn su vestido rosado de tirantes de pies descalzos forrados de tierra me daba a entender que era la que llevaba la batuta de estos tres mosqueteritos, No podía dejar fuera de esta historia a Vanessa,  una linda niña que vestía una camisa de spider man.

La hora de la cena se acercaba, las tripas ya me estaban rugiendo y de pronto mi estomago dejo de vibrar cuando vi a estos “chiquis” en el semaforo de “Las colinas” sus instrumentos eran sencillos y nada caros, para ellos lo más preciado, pues son el machete con el que se ganan la vida en estas calles.

Al estacionarme Carlitos se me acerco y de volada me tiro la “tarascada”, en su voz pude notar un pequeño trabón pero eso no quito mi interés de saber quienes eran ellos, “Dededemememe deme un pesito vaya”  exclamó mientras se acercaba a mi.

Sus acompañantes me vieron y se acercaron…

Aquí comienza el dialogo…

¿Como te llamas?

Carlos Alberto Molina me me me llamoo yoo, ¿Me va a dar pisto?

¿Donde vivís papa ya es tarde? (Eran las 7 de la noche)

Vivo allá lejos por la Quezada nos vamos hasta que ajustamos el bus.

¿Con quien te vas?

Nos vamos los tres hasta la casa, caminamos hasta arriba y agarramos el bus.

“Sus hermanas” se acercaron y trataron de desmentir al gran hombre “Noo mentiras no se llama así” “Asaber donde vive” exclamarón con miedo

¿Entonces donde viven?

No sabemos, no nos acordamos

¿Cuantos años tienen?

No entiende que no nos acordamos, no sabemos nada… “Yo tengo 6 dijo Carlitos”

¿Por que trabajan?

Por que no tenemos que comer, mi mamá no trabaja no tenemos nada en la casa

¿Y tu mamá?

En la casa por que no trabaja, pero nos dijo que ya no íbamos a estar aquí porque va a trabajar en el Hospital Escuela.

Sus miradas me generaron el sentir como que alguien los estaba viendo, la negociación para sacarles una foto fue un rotundo fracaso, estos tres mosqueteros están bien entrenados, para no decir nada, no acordarse de nada y no decir ningún detalle del porque están aquí.

En mi bolsa derecha andaba un par de pesos, el hambre ya se me había quitado, solo quería saber más de ellos, a esto se enfrentan miles de niños en las calle, sus madres o su madre estaba sentada bajo un árbol donde la luz no le daba y logré ver que en sus brazos cargaba con otro hondureñito.

La distribución del billete fue equitativa entre los tres sus rostros cambiarón pero la condición fue de hierro.

“Denos el pisto” ¿Pero me van a dejar tomarles una foto?

Pausa, Pausa, Pausa… Con esta foto quería demostrar lo que ellos hacian y lo que miles de niños viven en nuestra tierra.

La petición fue denegada y la respuesta de esta pequeña líder fue mas fría que un cubetazo de agua a las 3 de la mañana

Nooo no me gustan las fotos denos el dinero pero no hay la “efoto”

El pequeño Carlos se mostraba ansioso sus vistas no dejaban de ver hacia el fondo, sus gestos eran de apuro, su impaciencia se podía notar de aquí al pantanal, seguramente por esos lados viven

Nos despedímos como grandes amigos, pero me dejaron una frase que marco mi vida y la noche no volvió a ser la misma

“Adiós, hoy es ultimo día que nos vera aquí, mañana mi mamá comienza a trabajar”

¿Por que jugar con la esperanza de los niños?

¿Por que destruir su infancia?

¿Por que sustituir los juguetes por armas de trabajo?

Con estas preguntas mis ojos se inundan de lagrimas y me pregunto ¿Donde están ahora?

Quizás este artículo no rompa las redes ni solucione la vida de muchos niños que salen a quemarse mientras sus patrones se sientan a observarlos bajo un árbol.

De este encuentro solo me queda una foto mal tomada después de terminar el acto del Mosquetero Carlitos.

niños-malabares,-radiohouse
Carlitos, se presenta en las colinas, su arma de trabajo es un palo seco.