Tengo que admitir mi realidad dentro de los medios de comunicación…
Es cierto que no es nada ético parcializarse y por ende ponerse la camisa de un equipo de fútbol, sin embargo he tomado la decisión de nunca ocultar mis colores, esto porque considero que un amor tan grande no puede pasar desapercibido; pero ojo, ambas cosas son totalmente distintas.
No es la primera ni la última vez que lo digo; fui, soy y seguiré siendo hincha del Motagua durante toda mi vida, pero cuando me toca sentarme frente a una computadora, una cámara o un micrófono no me queda de otra más que quitarme momentáneamente esa pasión azul, ya que mi trabajo me lo exige, así como lo haré en esta ocasión.
- Domingo, 22 de mayo del 2016 (7:00 de la noche)
Muchos olimpistas a nivel nacional celebran su título número 30 en la historia, esto después de derrotar 3-1 a la Real Sociedad de Tocoa en el partido de vuelta de la Gran Final del Clausura 2016.
Al verlos a todos brincar de arriba para abajo, celebrar una copa más que tendrán en sus vitrinas y besar esa camisa blanca que significa algo más que los colores de una institución; llega a mí un pensamiento, una incógnita que me puso a quebrarme el coco durante varios minutos…
¿Qué se sentirá ser olimpista?
Hablamos nada más y nada menos que del equipo más grande en la historia del fútbol catracho, algo que ni el aficionado más obcecado de cada uno de los demás clubes puede ocultar.
Son 30 títulos de Liga Nacional, y aunque parezca increíble su más “cercano” perseguidor es el Motagua, equipo que a duras penas llega a 13 copas.
La cifra es tan impresionante que Olimpia se podría ausentar durante cinco años de la Liga y aún así nadie los podría superar, bueno, ni siquiera alcanzar, los números hablan por sí solos.
Entonces…
¿Qué se sentirá ser olimpista?
Estamos haciendo referencia a un club que está acostumbrado a celebrar títulos, una institución que siempre tiene como principal objetivo conseguir el máximo galardón del torneo donde participe, algo que de alguna manera ha sido la base de su éxito.
Imagínense que los periodos de tiempo donde hubo “sequía merengue” en cuanto a campeonatos solo duraron cuatro torneos; exactamente de 1973 a 1976 y de 1978 a 1981, después de esos “baches” es normal ver al conjunto blanco dentro de las listas de campeones, ya que constantemente escriben su nombre en el primer puesto de los torneos.
La superioridad blanca es tan apabullante que aunque parezca mentira hace varios años no se quedan sin nada que celebrar en una campaña, para eso tenemos que remontarnos a la Temporada 2010-2011, cuando Real España ganó el Apertura y el Motagua se quedó con el Clausura.
Sin embargo de ahí para acá han sido aplanadores; consiguieron el único tetracampeonato existente en nuestro fútbol y casi siempre nos están representando a nivel internacional, esto porque simplemente son mejores a los demás equipos del país.
Ahora, sigue la pregunta…
¿Qué carajo se sentirá ser olimpista?
Sinceramente no sé que responder, cada uno vive el fútbol de una manera distinta y la verdad me imagino que ser aficionado del Olimpia ha de ser una de las cosas más bellas que te puede brindar este hermoso deporte, pero no puedo asegurar nada, nunca he sentido algo con respecto a este club.
Es por ello que solicito la ayuda de la hinchada merengue; estoy lleno de curiosidad y me encantaría leer sus opiniones:
Cuéntenme…
¿Qué se siente ser olimpista?
…
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