La pequeña Ashyn Bonilla de cinco años fue abandonada por un coyote en el desierto. Mientras tanto, Belkis García, la madre de la niña, esperaba impaciente la llegada de su hija.
Largo y angustioso fue el camino que tuvo que emprender esta madre hondureña para poder brindarle un mejor estilo de vida a su hija Ashlyn.
Como miles de hondureños, Belkis llegó a Estados Unidos en la búsqueda del llamado “Sueño Americano”; a su hija no la miraba desde que ella tenía siete meses de nacida.
Luego de ser abandonada, Ashlyn caminó sin rumbo hasta que fue rescatada. Eso fue en abril. Pasó un mes y gracias a organizaciones humanitarias pudo reencontrarse con su madre.
Belkis, quien abandonó Hondura cuando su hija tenía apenas siete meses de nacida, contó que le dio cuatro mil 500 dólares al coyote para que le llevara a Ashlyn.
“Me extrañabas mi amor, me extrañabas, pero ya no nos vamos a separar”, repetía Belkis, mientras lloraba y abrazaba a su hija.
En 2015 los catrachos devueltos desde la unión americana y que dijeron haber usado un “coyote” en su tránsito por México se expandió a 49 por ciento, según el informe La Migración Hondureña en Cifras 2009-2015 divulgado por el Colegio de la Frontera Norte.
La cifra de 20 mil 455 menores detenidos en la frontera dobla a la registrada entre el 1 de octubre de 2014 y el 31 de enero de 2015, cuando la Patrulla Fronteriza detuvo a 10 mil 105 niños que llegaron de forma irregular a EEUU tras enfrentarse al desierto o las corrientes del río Bravo (Texas), uno de los puntos principales de paso.