Vestido con las mejores galas, el activista Richard Torres le puso el velo y plantó una ceremonia fuera de lo normal.
No se sabe si el árbol dio el sí, de lo que está seguro este peruano que reside en México es que hay que sembrar y salvar el planeta.
El ritual se celebró ante docenas de ecologistas y habitantes de la población de Santa María del Tule, en el sur del país azteca, que en su mayoría no sabía por qué el hombre besaba y se “casaba” con el árbol, el cual tiene el tronco con el diámetro más grande del mundo según el estudio ambientalista.
“Yo siembro un árbol porque ayuda el ambiente, estoy más que feliz porque esta luna de miel la pasaré sembrando árboles”, afirmó este defensor de los recursos naturales, que pretende con esta boda implantar una campaña para que se casen con un árbol y así poder asegurar un poco más de oxígeno para nuestro planeta.
“No importa dónde siembres un árbol, puede ser en China, África, Europa o cualquier parte del mundo, un árbol te purifica el aire y te da frutos y sombra”, sin duda que con esta fiesta nupcial este hombre está mas que feliz porque le implantó el anillo a su eterna esposa de raíces y grandes ramas.
Una rara y original iniciativa de cómo querer salvar el medio ambiente, este peruano incita a salvar este medio ambiente que día a día se lo esta comiendo el aterrador fantasma gris que lleva por nombre cemento.