Berta Cáceres y las portadas de los periódicos de Honduras

Como millones de hondureños, el asesinato de Berta Cáceres me llenó de indignación, tristeza, frustración.  Una vez recuperado del impacto, mi único deseo, casi con sed de venganza, era que atraparan los culpables.

¡La muerte de Berta no podía quedar impune!

De ocurrir, el país, de por sí con numerosos problemas, iba a convulsionar, porque si hay algo que les sobra a los lencas, eso es valor y dignidad, y estaba vez no iban a permitir que la justicia se burlara de ellos.

Debo confesar que me preocupé y empecé a desesperarme a medida que pasaban los días y la investigación (a mis ojos), en lugar de avanzar más bien se iba convirtiendo en una ensalada de versiones y rumores.

El hecho que la versión de crimen pasional surgiera como la posible causa me hizo pensar que al final nos iban a salir con una investigación amañada y que nos presentarían “al primer indito papo” que se dejara capturar.

Nunca tuve dudas que a Berta Cáceres la asesinaron porque era Berta Cáceres. Es decir, una mujer terca, con un profundo amor a su tierra, decidida, con principios y con una valentía que nunca tembló ante las amenazas que con frecuencia le hacían llegar.

A Berta, todos los sabemos, la mataron por sus ideales y por encabezar una lucha contra sectores poderosos. Eso está claro.

Pero, ¿quiénes fueron?

¿Arrestarían finalmente a los autores intelectuales y materiales?

Mientras más tiempo transcurría, más impotencia íbamos sintiendo. “Quieren que pasen los días, las semanas y los meses para que nos olvidemos”, pensábamos.

Hasta que ayer estalló la noticia: la Policía Militar y la Agencia Técnica de Investigación capturaron a cuatro personas bajo la sospecha de estar involucrados en el asesinato de Berta:

Douglas Geovanny Bustillo: un teniente retirado.

Mariano Díaz Chávez: un mayor activo miembro de las Fuerzas Especiales.

Sergio Ramón Rodríguez: gerente social y ambiental y de comunicaciones de la Empresa Desarrollo Energético, S. A. (DESA).

Edilson Antonio Duarte: un capitán retirado del Ejército, a quien se le supone de ser el autor material del hecho.

Dos de ellos ya habían sido denunciados por amenazas de muerte.

Según la Fiscalía, hay pruebas contundentes de que los cuatro están implicados. El viernes, que inicien las audiencias, podría haber luz sobre este caso que estremeció al mundo, y que muestra hasta dónde son capaces de llegar aquellos que creen que Honduras es una pulpería.

Espero que esta vez nadie meta las de andar.

Mientras tanto, hoy disfruto las portadas de los periódicos de Honduras porque traen esperanza de que el asesinato de Berta será resuelto.

el heraldo