El 2 de mayo de 2009 es recordado por los aficionados al Barcelona y al Real Madrid por la extraordinaria demostración de poderío de parte de la escuadra blaugrana, la cual se alzó con la victoria en el estadio Santiago Bernabéu con un contundente 2-6 gracias a los dos goles de Lionel Messi y Thierry Henry y las solitarias anotaciones de Carles Puyol y Gerard Piqué, los cuales neutralizaron los tantos de Gonzalo Higuaín y Sergio Ramos.
En esa temporada 2008/09, la primera de Josep Guardiola con la escuadra catalana, el Real Madrid inició su andar bajo la dirección de Bernd Schuster, el técnico con el cual se adjudicaron la liga 2007/08 pero el germano fue separado del cargo al afirmar en los previos al clásico de la primera vuelta, que era imposible vencer al Barcelona y sin más, el presidente Ramón Calderón nombró en su lugar a Juande Ramos.
Los blancos llegaban al duelo en su mejor momento de la temporada ya que sumaban 18 partidos sin perder desde su derrota por 2-0 en el Camp Nou, racha durante la cual registraron 17 triunfos y un empate, 43 goles a favor y nueve en contra. Esa exitosa trayectoria bajo el mando de Ramos, le había permitido a los merengues el descontar siete puntos con relación a la ventaja de once unidades que había obtenido el Barcelona tras la batalla librada en la Ciudad Condal el 13 de diciembre de 2008.
El resto es ampliamente conocido, el Barcelona se paseó por el estadio Santiago Bernabéu y sentenció la liga al salir con una ventaja de siete puntos a falta de cuatro jornadas y el mismo Real Madrid lo entendió así ya que bajó los brazos y no sumó una sola unidad en sus últimos cinco partidos de la temporada.