-Ahora a la panza, Pachán.
-Otro sopapo a la trompa, Folofo.
-Metele las patas, inútil.
-¡No te rajés, Folofo, ya lo tenés domado!
La historia de Folofo Cueto, el célebre vendedor de periódicos de la novela CIPOTES de Ramón Amaya Amador, será llevada al cine a finales de este año.
“Cipotes es una novela representativa de Honduras muy importante en la historia nacional, pues nos habla de una realidad nacional que no ha cambiado a lo largo del tiempo. Los niños siguen enfrentándose a una vida de peligros y de carencia”, dice Boris Lara, director y guionista de CIPOTES.
Las escenas de la película tendrán como escenario a Tegucigalpa, ciudad en la que lucha Folofo como canillita, y contará con un elenco de lujo en el que se combina, la juventud y la experiencia.
Aunque no han terminado de grabar el material, cuentan con un presupuesto de 120 mil dólares para realizarla, es decir, dos millones y medio de lempiras.
“La película nos enseña la dolorosa y agitada vida de este pequeño mundo de injusticias donde para estos niños Folofo y Catita no hay oportunidad de estudio, si no de trabajo y múltiples responsabilidades”, dice Lara.
Folofo representa a cientos de miles de CIPOTES que tienen que buscar la manera de subsistir porque proceden de familia muy pobre como la mayoría de hondureños.
La vida de Folofo y Catica nos enseña a valorar lo que se tiene a pesar de las adversidades y las injusticias por las que estos niños pasaron -finaliza diciendo Lara.