El caso que les voy a presentar es una persona que a pesar de la falta del sentido de la vista, logró sobreponerse a la tragedia, supero todos los obstáculos y ahora es un hombre exitoso. Les hablo de Carlos Rubén Fernández, de nacionalidad española.
Estuvo en el país promoviendo la igualdad de oportunidad para personas discapacitadas. Bac Credomatic es la primera empresa en el país en implementar este programa que beneficiará a muchísimas personas.
Mirá todo lo que nos contó Carlos Rubén:
¿Cómo está, Carlos?
¡Muy bien, un gusto estar nuevamente con ustedes! ¡Encantado Herman! La verdad es que me cuesta un poco hablar de mí porque soy bastante tímido, pero con mucho gusto.
Esta es otra experiencia más aquí en Honduras, venimos apoyando uno de los proyectos en los que estamos trabajando desde mi empresa que básicamente consiste en ayudar a personas con discapacidad.
¿Cómo se llama su empresa?
Se llama: Grupo GOLU. Tiene diferentes empresas, una de las empresas se llama: GOLU PR Branch, esta empresa se dedica a dar consultoría a grandes empresas que desean llevar proyectos básicamente de responsabilidad social.
Especialmente en los temas que reflejan al mundo de la discapacidad.
Entonces, ¿es asesor externo de Bac Credomatic?
Correcto. Soy un asesor externo o digamos que mi empresa da asesoramiento a diferentes empresas.
Acá venimos en esta ocasión ayudar a BAC Credomatic en sus dos proyectos.
¿Cómo quedó ciego Carlos?
Quedo ciego practicando deporte, rugby para ser exacto. Tuve un desprendimiento de retina, hubo un error médico, una mala praxis y en lugar de repararme el ojo dañado, pues perdí la visión de los dos ojos.
Por eso le digo lo de la mala praxis, porque en el peor de los casos lo peor que tendría que haber pasado es perder la visión de un ojo, pero no de los dos.
¿Cómo se levantó de este golpe tan terrible Carlos?
Supongo que con mucha ayuda. Perdí la vista con 18 años, eso genera una frustración, una rabia interna.
¿Cómo lo supero? Cuando llegué a la conclusión que no queda otro remedio, porque uno puede pensar en pasarse toda la vida llorando, pero no va a conseguir mucho más.
La otra solución es decir: “¡Ok! Tengo una dificultad, pero, alguien me puede ayudar”. Afortunadamente en mi caso tuve la suerte de encontrar una organización maravillosa, se llama: ONCE (Organización Nacional de Ciegos de España) que me permitió acercarme a ellos, me enseñaron a caminar, a leer Braille, en definitiva me dieron la primera ayuda que junto con la de la familia es la que hace a uno decir: ¡Ok! Tengo que empezar de cero, pero se puede.
¿Cómo percibe el mundo una persona que puede ver, tiene sus cinco sentidos y de repente queda ciego?
¡Wow! Pues yo creo que hay que aprender a percibirlo de una forma distinta, el sentido de la vista es un sentido muy poderoso. La verdad es que evidentemente yo por menos anhelo ver, porque hay tantas cosas hermosas que ver, pero también le doy gracias a Dios por haber visto hasta los dieciocho años.
Eso me ha ayudado mucho a entender algunas cosas de la vida de una manera más sencilla.
¿Cuántos años tiene?
46 años. Y aunque le parezca increíble todavía sigo recordando colores, imágenes, formas, es increíble la capacidad del cerebro.
¿Cuánto tiempo tardó en adaptarse una vez que perdió la vista?
Menos de lo que yo pensaba. Unos cuantos meses, porque el impacto, en mi caso, es que hubo entre una operación y otra la pérdida de vista, no fue en una única operación. Fue una operación. Luego, decían: “Esta no salió bien, vamos a intentar arreglarlo”.
Pero, digamos, desde el momento que decidí decir: “¡Ok! Ya no vas a ver, olvídate de médicos”. Fíjese, en escasos tres meses ya estaba en la ONCE recibiendo las primeras clases de rehabilitación.
Luego, estuve aproximadamente un año, en el proceso de aprender Braille, aprender a caminar. Digamos que un año. Pero no me atrevo a decir que fue duro, o que fuera un año muy intenso, prque había que aprender todo de nuevo, pero, que a la vez, se pasó muy rápido por cierto.
¿Qué lo motivó a salir adelante?
Tuve mucha suerte porque encontré un grupo de amigos con los que empezamos una iniciativa en torno a las nuevas tecnologías y luego tuve la gran suerte que la ONCE que me había ayudado a formarme me permitiera participar en la creación de un proyecto maravilloso, que era un grupo de empresas para personas con discapacidad.
Tuve la enorme suerte de poder participar ahí, de contar con muchos compañeros que me ayudaron y entre todos pudimos hacer que es grupo fuese creciendo. Hoy en día el grupo ONCE es un grupo, sin duda, ejemplo a nivel mundial de integración de personas con discapacidad.
Además, tuve el honor de ser presidente de la Fundación ONCE, de su grupo de empresas. La verdad es que aprendí mucho y creo que con el mucho esfuerzo conseguimos muchas cosas.
A partir del año 2006 mi objetivo era aplicar algo de lo que habíamos puesto en marcha y que había resultado efectivo en España en otros países. Esa es la principal razón por la que fundo GOLU. En la idea de poder aportar lo que aprendimos y también aprender de lo que otros han hecho.
¿Cuál es la meta de GOLU?
Fundamentalmente ayudar a crear empleos para personas con discapacidad, generar negocios rentables económicamente y socialmente mediante dos fórmulas: La creación de empresas que tengan este doble compromiso. Es decir, creamos empresas que por su puesto tienen que ganar dinero, pero a su vez, tienen que generar empleo. Parte de esos empleos en este grupo de empresas son para personas con discapacidad.
El segundo objetivo es: Además de crear empleo, ayudar a las grandes empresas que tienen capacidad per se, de crear empleo como es el caso del BAC Credomatic, a que aprendan como hacer que sus productos y servicios sean también accesibles para las personas con discapacidad.
¿A quién admira, Carlos?
¡Wooow! A tanta gente.
Admiro a cualquier padre o madre de familia honrado que se levanta todos los días y que va trabajar con el único objetivo que es dar de comer a su familia. Esa es la gente que me parece admirable, quizás porque soy padre y quizá porque una de mis preocupaciones es hacer eso con mis hijos.
¿Cuántos hijos tiene, Carlos?
Tengo tres hijos maravillosos, de 18, 12 y 11 años.
Continuando con la respuesta de la pregunta anterior: Quizá ese sea uno de mis problemas, que a lo mejor, perdónenme una pequeña broma: Como soy ciego no me dejo deslumbrar por brillos falsos, entonces, creo que en la sociedad hay mucha gente que admiramos que no merece ser admirada y sin embargo creo y estoy convencido que hay otra gente honesta que es admirable y que no son admirados.
¿Le guste leer?
¡Mucho! Me apasiona la lectura.
¿Qué libros me recomendaría?
¡Qué difícil! Fíjese, si tuviera que elegir dos: La Biblia, con el respeto a todas las religiones, soy católico y creo que en la Biblia hay muchas lecciones de vida.
El segundo sería un libro que es la esencia de la cultura en lengua española, la esencia lo que puede ser en lo bueno y en lo malo los españoles, como usted sabe, soy español; el libro es: “El Quijote”.
Es sin duda una obra magna de la literatura a nivel mundial y creo que define de una forma maravillosa esos diferentes estados que tiene el ser humano. Ese Quijote que lucha contra los molinos y quiere cambiar el mundo. Ese Sancho realista que es capaz de entender a su señor. Sin duda una obra maestra.
Es que me apasiona la lectura.
¿Le gustaría dejar un mensaje final Carlos?
Sí, me gustaría, ya que me da la oportunidad a través de sus medios, me gustaría dejar un mensaje. ¿Puedo?
¡Con todo gusto, no lo vamos a censurar! ¡Ja ja ja!
A todas las personas que me leen. Crean en sus sueños, todo es posible. Las capacidades del ser humano son ilimitadas.
Tener una discapacidad, tener o no un problema no es un limitante para soñar.
Decía una filosofa española, la admiro mucho, María Zambrano: “Para conseguir algo, antes hay que haberlo soñado”.
Le diría a sus lectores: Primero lo sueñen. Después lo peleen y lo trabajen duro. Yo he conseguido gracias a la ayuda de otras personas, cosas que ni siquiera hubiera soñado y ahora que las he conseguido, quiero seguir soñando.
Les anímo a que sueñen, que hagan sus sueños realidad y que nunca escuchen aquellas personas que les digan que eso es imposible. Porque imposible no hay nada.
¡Muchas gracias, Carlos!
¡A usted! Un placer, de verdad.
Una vez más me encuentro con una persona que a pesar de estar sumergido en un mundo de oscuridad, para nosotros es luz.
Y bien decía El Principito: “He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos”.