Foto de Grupo OPSA
Cuando sos un contención “diorden”, que muerde, que marca, que suda hasta más no poder, estás expuesto a las tarjetas amarillas, todo ello por hacerte respetar dentro del campo, pero ni modo, es una de las consecuencias del buen trabajo.
Eso le pasó a Reinieri Mayoquín el pasado domingo en el Estadio Juan Ramón Brevé, en el partido que Motagua perdió 4-2 ante el Juticalpa. El futbolista azul volvía a la actividad después de casi tres meses sin jugar al fútbol por una lesión, ya había recibido el alta médica, así que no había problema alguno con que tuviera participación.
En ese encuentro Mayorquín ingresó de cambio al minuto 79, y bueno, no se le puede reclamar nada; entró con hambre, con rigio acumulado y con ganas de ayudar al club. No importaba el hecho que venía saliendo de una lesión, corrió hasta más no poder y metió la “pata” con decisión, algo que le costó una cartulina amarilla en el encuentro.
Esa amonestación deja inhabilitado al volante para el siguiente partido del equipo, ya que acumuló su cuarta tarjeta amarilla en el campeonato, así que tiene que cumplir un partido de suspensión.
Es un hecho, Mayorquín no podrá estar mañana en La Ceiba ante el Vida, así que Héctor Castellanos tiene que tomar el mando del medio campo.
¿Mala noticia?
Bueno, creo que no. Mayorquín se quedará trabajando en la sede del club, intentando retomar su nivel físico, algo importante de cara a la “Liguilla Final”, sin embargo esa clasificación aún no está nada segura.
Si los azules pierden mañana en “Ceibita la bella” entran en graves problemas, ya que aunque parezca increíble podrían quedar fuera de los primeros seis lugares de la tabla. A falta de dos jornadas por disputarse los dirigidos por Diego Vásquez tienen un solo objetivo: NO PERDER AMBOS PARTIDOS.
