Tras debutar en el triunfo 9-5 de los Medias Rojas de Boston sobre los Orioles de Baltimore, Mauricio Dubón emerge como la gran esperanza de Honduras para contar con un representante en el béisbol de las Grandes Ligas, un privilegio que se ha negado a nuestro país desde que Gerald Young se despidiera de los Cardenales de San Luis en el ya lejano año 1994.
Antes que Gerald Young, el primer hondureño que probó suerte fue Sonny René Reina, quien fue parte de la categoría Triple A de los Cerveceros de Milwaukee en 1980 y posteriormente se le unió Richard Buckley, quien intentó llegar al equipo mayor de los Tigres de Detroit pero tampoco pudo coronar su intento y fue hasta 1987 cuando se produjo el debut catracho en la Gran Carpa, ello a través de Gerald Young, quien nació el 22 de octubre de 1964 en Tela, Atlántida y que jugó entre 1987 y 1992 con los Astros de Houston, en 1993 con los Rockies de Colorado y en 1994 con los Cardenales de San Luis y que a lo largo de su carrera jugó 640 partidos, conectando 446 hits en 1815 turnos al bate para un promedio de bateo de .246 milésimas, registrando 113 carreras impulsadas y 155 bases robadas, además de tres cuadrangulares.
Young debutó el 8 de julio de 1987 en el jardín central de los Astros de Houston en la derrota 1-0 ante los Expos de Montreal y disputó su último encuentro el 11 de agosto de 1994 en el triunfo 8-6 de los Cardenales de San Luis ante los Marlins de Florida. Para el recuerdo, conectó su primer cuadrangular el 16 de septiembre de 1987 en San Francisco ante el pitcher Dave Dravecky y sus homeruns fueron bateados en el Candlestick Park de San Francisco, Astrodome de Houston y en el Stade Olympique de Montreal.
Además de sus registros anteriores, lo más destacado de su carrera se produjo en 1988, año en el cual se robó 65 bases y escoltó a Vince Coleman, quien fue el líder de la Liga Nacional al hurtar 81 colchonetas para los Cardenales.
Gerald Young tuvo como primer manager a Hal Lanier y se despidió con el legendario Joe Torre, ganador de tres Series Mundiales con los Yankees de New York y entre sus compañeros más ilustres, destacaron Nolan Ryan (1987) y Ozzie Smith (1994).
