Los que ya vieron la movie hondureña Amores de Película conocen al protagonista Marco Gonzales, que interpreta el papel de David y para los que no, se los describo: él es un esposo sumiso, bien portado, un poco frustrado y dominado completamente por su mujer.
Yo pensé que al entrevistarlo iba a parecerse en algo, como siempre es mi caso, el entrevistado llegó antes que yo, y cuando me puse a buscarlo, solo miré a un hombre con barba, aritos y tatuado al estilo chico malo.
Mientras yo seguía buscando me gritaron “Karla” y pensé “No puede ser, qué diferencia de chico bueno a un hombre rudo”.
Así que mejor les presento a Marcos Gonzales.
Se identifica con el papel…
Nada que ver, somos completamente diferentes, son dos mundos diferentes.
¿Cómo es Marcos Gonzales?
Soy un poco tolerante, una persona muy amigable, soy polifacético, me gustan mucho las artes, soy motociclista desde hace muchos años y siempre estoy cuando más lo necesitan.
¿Y David?
Es un chico con alto grado de rechazo de niño, fuera del guión traté de meterme a la vida de David, y tuvo una infancia muy difícil, y ahora es una persona retraída que quiere salir y ser otro tipo de persona pero no lo dejan.
¿Le costó adaptarse?
Cada actuación tiene un grado de dificultad bastante amplio porque se trata de personificar a alguien que no se es, entonces sí es difícil adaptarse a alguien que es completamente diferente.
La escena que más le costó…
Las controversiales, la de los besos con Leyla Bendaña, yo estoy casado y Leyla tiene su novio, platicamos y dijimos “Tenemos que ser lo más profesionales posibles para que se viera real”.
Cuando te besás con una persona penás que con piquitos te enamorás y cosas así, con Leyla fue diferente, teníamos que hacer un beso apasionado y fue de una vez y punto, nos quedó perfecto, y lo logramos, ese fue el efecto que tuvo todo el público, es más la gente piensa que somos parejas en la vida real.
¿Su esposa no le reclamaba por los besos’
Ella nunca estuvo en la filmación, lo que pasa que cuando leí el guión y vi que eran besos, yo le dije “Creo que esto sos vos la que lo tenés que leer”, ja, ja, ja.
Y me dijo: “¿Sabés que te tenés que besar a dos mujeres?”, y yo le dije “Bueno, la verdad solo es con una, la otra, que es Isis Vásquez, solo es un piquito de pollo”. Las compañeras de trabajo y las amistades en común nos cuestionaron mucho por eso.
¿Fue difícil…?
Sí, sí fue difícil y hubo reclamos pero todo se logró solucionar y hubo otra ventaja: mi esposa y Leyla fueron compañeras, así que ya se conocían.
Entonces hubo un “Hola, ¿Cómo estás?… ¿Es tu esposo? Hijue no te creo”. Hubo algo jocoso, entonces fue con tu permiso y nos besábamos.
Si en el guión hubiera dicho que tenía que hacer una escena íntima con Leyla Bendaña, lo hubiera hecho…
Sí, sin ningún problema hubiera sido como el beso.
La escena que disfruto más…
Disfrute muchas escenas, la escena de la lluvia, por ejemplo, esa escena fue muy emotiva, la otra es cuando vamos subiendo las gradas de La Leona y se dispara la flecha, eso la viví: Y la de la persecución.
Leyla cómo compañera es…
Realmente excelente, es una persona muy profesional, tuvimos química, ella facilitó las cosas, la verdad.
¿Cómo fue la paga?
Muy buena, suficiente ja, ja, ja,
¿Qué le dicen en la calle?
Ja, ja, ja un señor me dijo “Nombe se hubiera quedado con la consejera” (Isis Vásquez).
¿Cree que este año es del cine hondureño…?
Creo que recomenzó el cine hondureño, desde Sami Kafatty. Desde Amor y Frijoles para acá va evolucionando, fijate que es algo irónico: Honduras se está posicionando en número uno en el cine en Centroamérica, pero no tenemos una academia, aquí se hace por talento nato.
¿De arte y cultura hay apoyo?
Aquí me voy a poner la soga al cuello, aquí debería de haber un una secretaría de Arte, Cultura e Información única, pues tenemos a los mejores pintores, a muy buenos actores.
Los tatuajes…
Uno de mis amores, después del amor que le profeso a mi esposa, los tatuajes y las motocicletas son mis amores.
¿Cuántos tatuajes tiene?
Ando nueve y próximamente andaré las mangas, los brazos totalmente tatuados.
El mensaje final:
Por favor, dejen de discriminar a la gente tatuada, a mí me ha pasado me acaba de pasar, pero yo no hice bulla, yo no soy tan famoso como Ramsés ja, ja, ja.
Fotos por: Sergio Montero
