Hay historias que marcan, que te tocan el corazón, esas que te dejan sin aliento, un ejemplo claro es: “Historia de un oso”, del chileno Gabriel Osorio, logró el Óscar al mejor cortometraje de animación.
Realmente es maravillosa, “Historia de un oso” cuenta la historia de un papá oso que, a través de un diorama, recuerda cómo fue secuestrado por unos uniformados, alejado de su esposa y su hijo y forzado a trabajar en un circo.
Sus rivales eran “Prologue”, de Richard Williams e Imogen Sutton; “Sanjay’s Super Team”, de Sanjay Patel y Nicole Grindle; “We Can’t Live without Cosmos”, de Konstantin Bronzit, y “World of Tomorrow”, de Don Hertzfeldt.
Debo contar, que esta nota esta basada en el sentimiento expresado por Romel Palma en sus redes sociales, sus palabras enmarcan la descripción precisa del mensaje enviado en este cortometraje.
Realmente que la entrega de los Oscars deja muchas anécdotas interesantes, más allá de las sorpresas (Spotlight, Mad Max, DiCaprio) es mucho más grato encontrarte con pequeñas historias que marcan tu alma por siempre.
“Bear Story” es una oda a la familia, una poderosa animación que expone bajo cualquier criterio la fuerza del amor encontrada en los seres que amas incondicionalmente, han sido diez minutos gloriosos, enriquecedores y hasta reveladores que frente a tu nariz está la felicidad.
“Verlo junto a mi familia ha sido una de las mejores experiencias que he tenido frente a una pantalla, esto es latinoamérica, un cúmulo de talento que ahora es libre de expresar lo que siente. Gracias Chile, gracias a estos dos maestros universitarios que seguramente han demostrado que no solo se enseña a crear historias, se enseña también sobre la vida”
Comparto completamente este pensamiento, espero disfruten el cortometraje, tanto, como nosotros lo hemos hecho en compañía de nuestra familia.
https://www.youtube.com/watch?v=NSSgQaHhcOM
