Los fines de semana suelen estar llenos de fútbol; desde tempranas horas hasta incluso provocar el desvelo, así que son días especiales para disfrutar de nuestra pasión, esa que llevamos en nuestra sangre por el simple hecho de ser hondureños.
En el fútbol se gana, se empate o se pierde, algo normal, pero qué sucede cuando vamos más allá de una derrota, cuando cargamos con el peso del pasado y día a día nos damos cuenta de que no hay marcha atrás.
El domingo 21 de febrero queda marcado en mi vida, se convierte en el primer día en el que sentí una “Impotencia cinco estrellas”, y todo ello por el hecho de sentarme frente al televisor y ver el sorteo de la Copa América Centenario 2016.
México, Estados Unidos, Panamá, Costa Rica, Jamaica e incluso Haití podrán formar parte de esta fiesta futbolística, mientras nosotros simplemente seremos observadores, no tendremos esa oportunidad de codearnos ante los grandes sudamericanos y así es como se diluye un sueño.
El pésimo 2015 que tuvo nuestra Selección Nacional nos tiene alejado de ese torneo que será único en la historia, un campeonato que pasará a los libros de récords sin el nombre de nuestro país; nadie lo notará, será un dolor que guardaremos durante muchos años, principalmente si los de la Concacaf hacen una memorable participación.
En fin…
Lo que en realidad me preocupa es que este sea un ensaño de una “Impotencia cinco estrellas”, y que para el sorteo de la Fase de Grupos del Mundial de Rusia 2018 nuestro nombre tampoco figure entre los participantes.
Nos acostumbramos a mantener la bandera azul y blanco en el aire, que el mundo nos conociera no solo por ser un país violento, si no por que destacamos en algo que nos apasiona: El Fútbol.
El panorama está difícil, pero con entrega y esfuerzo puede lograrse cualquier cosa. Todo depende de ellos, los que entran al campo cargando con el sueño de más de 8 millones de hondureños.
Si caemos en la batalla que sea dando la cara al sol, al final no siempre se gana.
“Muchos dicen que el fútbol y la vida no tienen nada en común. Desconozco cuánto sabrán estas personas sobre la vida, pero de algo si estoy seguro: De fútbol no saben nada”, Anónimo.
Esa “Impotencia cinco estrellas” puede repetirse, pero ni modo, así es la vida, y por ende, así es el fútbol.