Cuando Hitler ascendió al poder en Alemania, basó la propaganda Nazi en el culto a la imagen, que a su vez consistía en adorar al dios Wotan, así como rendir reverencia a una serie de símbolos que acompañaron a los Nazis hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945.
Lo que me sorprende es el poder que una sola persona tenia para influir en millones de creyentes y fieles seguidores de la ideología Nazi, Hitler llegó a ser un orador de clase mundial.
Navegando en internet me encontré unas fotos que publica la revista LIFE, son imágenes que retrató el fotografo personal del Fuhrer, Hugo Jaeger, vuelve a revivir la Alemania Nazi de los años 30’s y 40’s, se pueden apreciar enormes esvásticas en coloridos desfiles rojos y negros, mostrando el poderío visual de una maquinaria que estéticamente era casi perfecta.