Cuando íbamos camino hacia nuestra escuela probablemente lo más peligroso que enfrentábamos era el perro suelto de algún vecino o algún tramo en con calles empedradas y polvorientas.
Lo que viven en Nepal estos niños día a día para poder llegar a su escuela es una aventura de vida o muerte, pues deben atravesar un río con un fuerte caudal a través de un cable y utilizando arneses, manos y fuerza para poder llegar hasta la otra orilla.
Ya han habido muchos accidentes donde algunas personas han perdido la vida, otros han sufrido heridas graves y hasta mutilaciones de dedos.
El primer ministro de Nepal ha dicho que existe un plan para eliminar estos pasos improvisados con cables y cuerdas y construir puentes.
Y nosotros quejándonos por un par de cuadras que teníamos que caminar.