A ver, cuando andamos en medio de la ciudad no hay problema, el enorme tráfico nos impide correr a altas velocidades, sin embargo, cuanto tomamos carretera abierta simplemente no tenemos control.
La gente mira la calle libre y le mete la “pata” al acelerador, esto sin saber a qué velocidad debe ir su vehículo.
Vemos el tablero y cada vez pensamos que nuestro auto puede ir aún más rápido, pero desconocemos cual es la capacidad de nuestra máquina, algo que podemos saber simplemente viendo las llantas.
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La imagen se explica sola:
Cuando revises la llanta, fíjate en la letra más pequeña, posteriormente ve el gráfico y conoce a qué velocidad tienes que ir.
Si la letra es “S”, tu auto no debería ir a más 180 kilómetros por hora, ese debería ser el máximo.
Es común ver en el pavimento las marcas de una frenada, esto sucede por no conocer la capacidad de tu auto, así que ya no hay excusas. Cuida de ti y de tu familia.
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