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¿Qué debe ser más importante para un jugador: Su crecimiento futbolístico o su crecimiento en las cuentas de banco?
Bueno, es un tema polémico, pues tenemos que aceptar que el fútbol no es un juego para ellos, es un trabajo como el de cualquiera de nosotros, donde ganar dinero significa vivir tranquilo junto a la familias.
Sin embargo, en ocasiones el aficionado no entiende dicha situación, ya que algunos jugadores prefieren ir a “perderse” a unas ligas de bajo nivel y ganar un buen billete, pensando en el futuro de él y de sus seres queridos.
Hoy, hablaremos de un legionario, un delantero que en los últimos años se ganó nuestro cariño a pesar de su frialdad, un tal Jerry Bengtson, quien en el último proceso con la H se convirtió en el “Máximo Romperedes”.
Actualmente Bengtson juega en el Persépolis de Irán, o sea que juega “perdido” en el mundo del fútbol. No sabemos a ciencia cierta que situación lo llevó a ese país, pero el hecho es que no es el mismo jugador que fue en Motagua o en la misma selección.
El delantero catracho no es titular y por joder cuando juega (como fue el caso hoy) sale expulsado, así que vive una pesadilla en el fútbol asiático.
Bengtson entró al partido de cambio y a tres minutos del final salió expulsado tras recibir dos tarjetas de color amarillo.
Su equipo empató 1-1, manteniéndose en el tercer lugar de la tabla, nada mal, lo malo es que el delantero “cinco estrellas” no brilla en el club.
Imagínense que no marca gol desde el 14 de diciembre del 2015; en pocas palabras podemos decir que Bengtson en este 2016 ha sido “expulsado” del fútbol, ya que técnicamente las cosas le están saliendo por la patada.
La selección lo extraña, eso no lo podemos negar, pero no podemos decir que Jorge Luis Pinto no llama a nuestros mejores jugadores cuando estos no hacen los méritos necesarios para estar presentes, aunque bueno, no tenemos mucho de donde elegir.
Esa es una situación difícil para Pinto.
