Hoy, Fernando Palomo, periodista salvadoreño que labora para la cadena internacional de deportes ESPN, destrozó completamente al fútbol de Honduras en su columna de opinión llamada: “Un cuento de niños” en el Diario de Hoy.
La columna de opinión dice así:
“Jorge Luis Pinto está en problemas, pero todo es relativo. Si el técnico colombiano es incapaz de hacer que la selección de Honduras consiga un buen resultado en los dos partidos que tiene contra la Selecta, es muy probable que termine su ciclo al frente de la “H”. Personas cercanas a Pinto ya estarían construyendo su camino de salida.
Quieren que se conozca del interés de equipos sudamericanos por él. Pinto llegó a Honduras después de acompañar el éxito de los jugadores costarricenses en el Mundial de Brasil. Ahora le estaría costando llegar al Hexagonal rumbo a Rusia.
Ahora bien, los problemas de Pinto no son los problemas del fútbol de Honduras. El equipo nacional no enamora, la “H” ha deja muda a la afición de un país que ya no grita por su equipo nacional como hasta hace poco lo hacía. Han perdido un amistoso ante Guatemala y con una imagen muy lejana al gran fútbol que prometía el entrenador.
Pinto se fue a Europa a buscar rescatistas del hundimiento que se avecina. Andy Najar ha cambiado de parecer y el jugador del Anderlecht regresaría a la selección de Honduras para los partidos ante El Salvador. Pero, de nuevo, la atención no está centrada en Pinto, si en quienes lo contrataron. Ahí está el problema.
Alfredo Hawitt y Rafael Callejas gobernaron el fútbol hondureño por unas dos décadas. Ambos aparecieron en el segundo reporte acusatorio del Departamento de Justicia de los Estados Unidos por participar en actos de corrupción en contra del fútbol. A Callejas, presidente de Honduras entre 1990 y 1994, las autoridades estadounidenses lo tenían en la mira desde entonces.
Hawitt llegó en 1991 a la comisión de arbitraje y escaló hasta reemplazar a Callejas tras la más reciente elección para presidente el año pasado. Una elección que fue dominada por oscuros cambios de delegados, en clara violación de los estatutos y acusaciones de sobornos para comprar la voluntad de quienes no apoyaban el continuismo.
Cuenta el periodista Salvador Nasralla que los hombres de poder de la Federación mantenían contentos a sus delegados a cambio de viajes con la Selección y el regalo de uniformes. Nada ajeno en el historial político de la FENAFUTH. En 2011 Callejas venció en una cerrada elección a Yankel Rosenthal. Cuatro delegados que votaron por Callejas fallecieron tras atentados armados aún sin encontrar respuesta judicial.
Rosenthal por su parte, está en libertad condicional en los Estados Unidos bajo cargos de lavado de dinero procedente del narcotráfico. Hawitt guarda arresto domiciliario en Miami por su vínculo con el escándalo de contratos de televisión.
Además, una auditoría del estado hondureño encontró irregularidades de su época como secretario general de la administración Callejas, pagos realizados a Hawitt por encima de su contrato laboral. A la jefa de administración la despidieron por cobrar doble sueldo, algunos por encima de cinco mil dólares. Jorge Luis Pinto no es el principal problema del fútbol hondureño.
Es más, descubriendo los problemas que aquejan a nuestros vecinos, los nuestros parecen un cuento de niños”.
Sinceramente no hay mucho para agregar, este señor tiene los “dedos llenos” de razón, los culpables son todos, no solo los jugadores.
El culpable es Pinto porque en casi año y medio de trabajo no ha podido encontrar un equipo base que le pueda hacer frente como hombres a las eliminatorias, no juegan a nada, hasta parece que los jugadores le están haciendo la camita para que se largue.
El poco valor que tienen los directivos actuales de la Fenafuth para hacer frente a esta situación tan grave, se quedaron cortos, no hubo velocidad de reacción y mucho tiempo después del escándalo de Hawitt y Callejas se atrevieron a formar una comisión de transición para ponerle cabeza a la federación hondureña.
La corrupción llegó hasta el futbol, la estocada final a una Honduras que hace tiempo venia en decadencia, clasificamos a dos copas del mundo, pero, los Mundiales pasaron por la H, nosotros no pasamos por los mundiales, no aprendimos nada, no podemos rescatar muchas cosas de haber sido participes del torneo mas importante del planeta.
En cuanto a la mentalidad de los jugadores, ¿qué se puede decir?, no hay compromiso con la selección, no hay hambre y ganas de sobresalir con el equipo de todos, hay que sudar la camiseta, se debe jugar con amor, con orgullo de andar la H en el pecho.
Siento que no tenemos las armas suficientes para llegar a la Hexagonal final de Concacaf.
