Hablar de amor es hablar de un idioma universal pero también es hablar de uno de los temas más complicados y difícil de comprender.
Esta palabra de cuatro letras es una de las más complejas de entender y es que cada individuo tiene su manera única de amar y ser amado, y eso no está mal, al contrario, esto es lo que lo hace único.
Esta palabra también es un verbo muy utilizado en canciones, poesías, pinturas, fotografía en fin en todo lo que está a nuestro alrededor, por amor se han hecho las locuras más grandes y también en nombre del amor se han cometido los delitos más repugnantes de la historia.
El amor definitivamente está en todo, por eso me pregunto ¿Por qué hablar de amor solo el 14 de febrero? Y todavía más ¿Por qué estereotipar el amor?
Cuando es único y genuino y cada quien lo define de la mejor manera que puede o que quiere.
Precisamente ayer un amigo -que por supuesto voy a obviar su nombre-, me decía desesperado, “Karla me he enamorado de alguien que no sabe absolutamente nada”. Lo quedé viendo y le dije “¿Qué?”.
“Sí, no sabe nada y lo peor no ha vivido nada, ella no sabe cómo jugaba Diego Armando Maradona, cómo era salir de noche sin preocupaciones, ella no conoce los muñecos con los que yo me crié, tampoco sabe bailar la música que yo bailaba”.
Y agregó: “Actúa sin pensar en las consecuencias, la verdad es una irreverente con la vida y ¿sabés por qué no sabe nada? Porque es 20 años menor que yo”.
Me quedé callada por un momento y dije: “Esto también es amor, diferente, pero amor”.
O qué me dicen de ese amor que pasó muy rápido por tu vida, pero que te marcó para siempre, él que dejó muy alta la barda, ese que te enseñó a que las cosas sencillas son las mejores o a descubrir cosas que ni sabías que te encantarían.
Como por ejemplo, la adición de un buen café, apasionarte por el aroma y la textura de los libros usados, disfrutar al máximo una película de cine independiente y más cuando es cine argentino y dirigido por Juan José Campanella.
A pesar de los años te das cuenta que siempre es la misma lluvia, lo que ha cambiado es la percepción del amor.
Ahora bien… ¿Por qué celebrar solo este tipo de amor? ¿Acaso solo este existe?
Como dije antes esta palabra es muy extensa y no me ajustarían las palabras para definirla también sería un concepto muy vacío, porque sería desde mi percepción.
Pero no dejemos por fuera el amor incondicional de las madres -que muchas veces se quitan el bocado de la boca para dárselos a sus hijos-, o las abuelitas, que cuando uno las va a visitar le ponen un “bultito” en la mano y a escondidas de todos y cuando uno lo abre son 10 lempiras.
El amor al prójimo que nos enseña la Biblia, o simplemente tenernos amor a nosotros mismos.
He llegado al final de esta nota y me sigo preguntando…
¿Por qué celebrar el amor solo un 14 de febrero?