Fotos: SERGIO MONTERO
Puntualidad de militar: a las diez de la mañana, ni un minuto más, ni un minuto menos. De saco, pero sin corbata. Llega sonriente y reparte apretones de manos a los muchachos del restaurante. Lo acompaña Jesús, uno de sus hijos.
El general se sienta en una butaca color crema y sobre la mesa coloca “Ambiciones peligrosas, las tentaciones del poder”, el libro que escribió para contar su versión de los días oscuros del golpe de Estado.
No anda pistola.
Va y viene tranquilamente por la ciudad a pesar de que tiene muchos enemigos.
“Soy un hombre de fe”, dice. “¿Por qué voy a temer'”.
Parece que nada lo hace perder la calma. De tomar pide agua. “Listo”, dice. Y así comienza la entrevista con Romero Vásquez Velásquez; un santo para muchos, la reencarnación de Satanás para otros.
-¿Usted tiene su conciencia tranquila, especialmente después de lo que ocurrió el 28 de junio de 2009?
Fíjese que sí. En 2009 me tocó cumplir con mi responsabilidad…
-¿Si hoy fuera otra vez 28 junio de 2009… Volvería a desempeñar el mismo papel?
Son misiones -dice, sin perder la serenidad-. Mi obligación es cumplir con mi responsabilidad y con los que plasma la Constitución de la República.
-¿Entonces sí lo volvería a hacer?
Claro que sí. La Constitución establece misiones a las Fuerzas Armadas y si yo no cumplo con ellas no estoy siendo coherente con mis responsabilidades. Entre esas misiones están mantener la paz y el imperio de la ley. Eso es lo que a mí me tocó hacer. Algunos dirán que hice lo correcto, otros dirán que no. Si yo hubiera sido ambicioso habría apoyado las decisiones del presidente Zelaya y hubiera quedado en una posición ventajosa, pero no me sentía bien con mi conciencia. Yo puse en riesgo a mi familia, a mi esposa y a mis hijos, por hacer las cosas en base a ley y por principios. Alguien tenía que ponerles orden porque había mucha irresponsabilidad política y muchas ambiciones personales de poder. Ellos estaban fuera de la ley.
-¿No le incomoda que le digan golpista?
Para nada. No, no, no, no me molesta, porque lo que yo hice fue cumplir con mi responsabilidades. Hay mucha gente que fue manipulada por cuestiones ideológicas, o que anduvo por dinero o porque creía en el proyecto de la Cuarta Urna; por eso es normal que algunos estén molestos. ¿Se imagina que nos hubiéramos dejado ir por esas ambiciones de poder? ¡Nos esperaba una guerra civil! ¿Cuántos muertos tendríamos ahorita?
-¿Pero el ejército no asesinó en el golpe de Estado, general?
No, para nada. La misión de las Fuerzas Armadas no es matar gente, es defender más bien…
-¿No hubo muertos en el golpe de Estado?
Hubo, muy pocos…
-¿Cuánta gente asesinó el ejército en las calles durante el golpe de Estado?
No, eso, eso, tal vez a usted le han dicho algo equivocado…
-Pero es que hay imágenes de lo que pasaba en las calles…
Aquí en este libro -y lo pone sobre el grueso volumen donde él aparece vestido de fatiga-, usted encuentra todo, la verdad, va a leer lo que sucedió, sin adulterar… Inclusive allí hablo de uno de los muertos insignes…
-Isis Obed.
Sí, y la manipulación es tan buena…
-¿Sus manos no están manchadas con la sangre de Isis Obed?
Mire, por eso le digo, lea el libro…
-Lo leí: dice que a Isis Obed lo asesinaron con una pistola .38, que fue de cerca, por la espalda…
Ajá, ajá, ¿y si los especialistas en balística determinan que el joven, algo doloroso por cierto, porque no debió haber muerto ningún hondureño, murió por un disparo de una arma pequeña? Tenía pólvora en la cabeza… ¿Qué quiere decir eso? Que fue un disparo a corta distancia. ¿Y las fuerzas de seguridad dónde estaban? Lejos. Allí se ve que hay mucha manipulación, mucha desinformación.
-¿Usted me quiere decir que a Isis Obed lo mató su propia gente?
Supuestamente. Es que allí había gente de muchos países, tipos especializados en técnicas de armar relajos en las calles, y luego se van. Son infiltrados. Yo les pedía todos los días a mis subalternos que tuvieran cuidado, que cuidadito había muertos…
-Sin embargo, en las imágenes, y no es invento mío, se veía cómo toleteaban a la gente, los agarraban a patadas…
Ah, bueno, en el campo de la acción usted no puede controlar a toda esa gente que anda en la calle. Allí lo que se dio es que a algunos manifestantes los entrenaban para que fueran a agredir a un militar, pero eso no lo filmaban. Lo que sí filmaban es cuando el policía venía de regreso a defenderse o a pegarle el garrotazo al manifestante.
-¿Por qué no ordenó que dejaran de reprimir a la gente?
Cómo no… Si dejábamos a la gente que hiciera lo que quería. Lo que pasa es que en cierto momento debíamos proteger la propiedad. Andaban saqueando centros comerciales, quemaron restaurantes, buses… No podíamos permitir el vandalismo.
-Usted dice que fue con una pistola .38 que asesinaron a Isis Obed. El doctor Ramón Custodio dijo en su momento que fue con una bala de goma. ¿Cómo puede haber esta contradicción entre dos personas que manejaron mucha información?
Yo me baso en el informe que me mandaron los especialistas en balística, de forenses y de fiscales.
-Con un sí o un no: ¿Entonces niega rotundamente que las Fuerzas Armadas hayan asesinado personas en el golpe de Estado?
Así es.
-¿Y no fue el ejército el que asesinó a Isis Obed?
No fue el ejército. Allí está el informe.
-¿Usted teme por su vida?
He temido por mi familia, pero por mí no. Me tocó tomar decisiones y lo hice. Yo sacrifiqué a mi familia… Antes de la crisis de 2009, los que estaban en contra de Mel Zelaya me atacaban, también a mi familia, y luego del 28 de junio eran los otros grupos los que nos atacaban. No se quedaba bien con nadie, ni con uno ni con otro.
-¿Qué hubiera pasado si no sacan a Mel Zelaya del poder?
Todavía estaría en el poder. Hubieran sido reelecciones continuas.
-¿No le teme al juicio de la historia?
No. La historia será mi mejor juez y dirá si hice lo correcto o no.
-¿Lo del 28 de junio no fue un golpe de Estado?
Fue una sucesión porque le entregamos el poder a quien seguía, que era el presidente del Congreso Nacional. Bien podía haberme quedado en el poder, tenía todo para hacerlo, pero soy un hombre respetuoso de la ley y no lo hice.
-¿Al decir que fue sucesión constitucional no está negando lo que tiene todos los elementos de un golpe: derrocar a un gobierno por las armas?
Eso es indiferente… Unos dicen que fue un golpe al Ejecutivo, otros que fue golpe de Estado… Yo respeto la opinión de todos.
-¿Cómo ve a Mel Zelaya?
Como un buen político.
-¿Hicieron las pases?
Yo no soy enemigo de él. Cumplí lo que me ordenó la Corte Suprema de Justicia. No fue nada personal.
-¿Por qué el presidente Zelaya entregó el poder de manera tan fácil?
Habría que preguntarle a él.
-¿Al presidente Zelaya lo abandonaron?
Mucha gente lo abandonó; seguro que sí.
-¿Qué pasaba por su cabeza y por su corazón en los momentos en que iban por Mel Zelaya con la orden de sacarlo del país?
Fue difícil, lo más doloroso que puede existir… Pero no había otra forma por la confrontación y polarización. Alguna gente incluso lo quería asesinar… Y si lo metíamos en la cárcel sus seguidores irían a liberarlo. Pensamos en un mal menor y por eso decidimos sacarlo del país. El hombre, para qué, fue muy bueno con nosotros. Fue muy difícil no poderle ayudar al amigo.
-¿Usted lo consideraba un amigo?
Sí… Más que un presidente lo veía como un amigo. Y fue un amigo de las Fuerzas Armadas. Fue difícil recibir la llamada de doña Xiomara preguntando dónde estaba el presidente Zelaya, y yo le respondí “No se preocupe, que no le pasará nada malo. Asesinarlo… No lo van a asesinar”. Yo di la orden que no lo golpearan ni lo esposaran, porque él es un hombre noble.
-¿Para usted Mel fue un buen presidente?
En los primeros años fue un buen presidente. ¿Sabe qué me gustaba? Que me hablaba de luchar por los pobres, pero después me di cuenta que había mucha manipulación para beneficio personal, y que muchos alrededor de él se estaban enriqueciendo a través de los programas sociales.
-¿Usted no teme ser extraditado?
¡Bonita pregunta! Como he sido respetuoso de la ley más bien me siento contento que estén tomando medidas en contra de todos aquellos que han abusado del poder. ¿Por qué me pueden extraditar a mí?
-¿Ya tiene visa?
No. Me la quitaron y no la he solicitado. Me la quitaron porque la embajada después nos quiso obligar a que le ayudáramos al presidente Zelaya a regresar al poder y yo no acepté.
-¿Sigue con aspiraciones de ser presidente?
¡Claro que sí! Yo no me he dado por vencido.
-A usted se le ha acusado de pertenecer en el pasado a la banda de los trece, que se dedicaba al robo de vehículos.
Siempre que me acusaron de algo fui a los juzgados a defenderme. Allí demostré que no tenía nada que ver. Es normal que a uno lo acusen por los distintos cargos que ha desempeñado. Aquí, o lo aman a uno o lo odian.
-También se le señala de fracasar en Hondutel, de llenarlo de paracaidistas, e incluso de amantes.
Es lo que le digo… ¿Amantes? La única amante que tengo es mi esposa, el amor de toda mi vida. Yo respeto a mi esposa, es menor que yo, linda… ¿Entonces, para qué quiero más? En las redes sociales hay muchos que agarran valor porque se esconden en el anonimato. ¿Ha mejorado Hondutel? No. ¿Por qué? Porque no hay inversión. Ni el propio Estado quiere invertir en Hondutel.
-¿Añora ponerse el uniforme militar?
No. Esa fue una etapa de mi vida.
MENÚ RADIO HOUSE
Roberto Michelleti: Cumplió con su responsabilidad.
Salvador Nasralla: Excelente artista y con carisma.
Equipo: Olimpia.
Un sueño: Una Honduras fuerte.
Una frustración: Ver la incapacidad política de solucionar los grandes problemas que tenemos.
Isis Obed: Algo doloroso…
Libre: Está luchando en el juego de poder.
Libro Ambiciones Peligrosas: Descripción de aquellas personas que no se miden y no respetan la Constitución y buscan el poder a toda costa.
Socialismo Siglo XXI: Lo que busca es el poder.
Los pobres: No deben existir en un país tan rico como Honduras.
Alianza Patriótica: Busca ayudar a los que más sufren, a los humildes.
Cardenal Rodríguez: Un gran líder. Mis respetos para él.
Billy Joya: Un buen hondureño.
Patricia Rodas: Una mujer muy inteligente.
Beatriz Valle: Tiene buen discurso.
28 de junio de 2009: Debe haber madurez política para no llevar al país a un nuevo 28 de junio.
Fuerzas Armadas: Profesionales, responsables y esperando que los políticos no las metan en aprietos.
Juan Orlando Hernández: Hay que reconocer que ha hecho muchas cosas buenas por Honduras.
Hugo Chávez: Un político que jugaba a través de las necesidades de los pobres.
Romeo Vásquez Velásquez: Un patriota que ama a su tierra.
FRASES
“Del dinero que mandó Chávez quedaron muchos millonarios. Chávez me dijo que había invertido más de 300 millones de dólares en Honduras”.
“Aquí hablan que la educación es fundamental para el desarrollo de un país. Ajá, ¿Y acá en Honduras quién educa a los políticos?”.