Al transcurso del tiempo creemos menos en la humanidad, nos preguntamos que dónde está el amor al prójimo, la solidaridad por el hermano, la mano que ayuda a levantar cuando uno está derrotado.
Muchas veces decimos que somos indiferentes con el dolor y la desgracia del que está al lado nuestro.
Y lo único que nos importa es lo que está en nuestro entorno y no somos dignos de echar un vistazo y tratar de ayudar o hacer algo por las personas menos favorecidas.
Pero todo esto parece cambiar cuando nos referimos al punto de taxis Emisoras-Lomas-San Felipe ubicado a la par de la tienda Extra en el Bulevar Suyapa.
Estos taxistas se han puesto como regla de oro transportar a los pacientes del centro de cáncer Enma Callejas, y al hospital antes mencionado totalmente gratis, es decir, no le cobran el pasaje, lo hacen en forma de responsabilidad empresarial.
“Cabe resaltar que nosotros queremos ser la diferencia en un gremio que está bien desprestigiado” dijo el encargado del punto de taxi, David Banegas.
Es de admirar la labor de estos hombres porque aseguran que a veces se van con el taxi lleno de pasajeros que van a estos centros y no ganan ni un lempira, pero, aseguran que es una bendición y que lo hacen con mucho gusto.
La mejor anécdota.
Fíjese que tenía una pasajera que iba al Enma, ella es originaria de La Ceiba y me decía que le pusiera solo música punta, tenía una carpeta en la memoria de punta porque ya sabía que cuando ella venia solo ese tipo de música tenía que poner, gracias a Dios ella sobrevivió a esta enfermedad -dice Banegas.
Y agrega que “Algo que me partió el corazón fue una vez que estaba una madre con su hijo e iba para este centro y le dijo “O nos vamos en taxi, o nos compramos la burra”… definitivamente esto cala.
Es una bendición de Dios.
Los taxistas de este punto dicen que “No lo hacemos por esperar nada a cambio, ni tampoco de nadie, lo hacemos porque realmente nos nace, y aparte Dios siempre le manda bendición”.
Y cuentan, por ejemplo, que en Navidad llegó un señor humilde y les regaló 500 lempiras para comprar arroz chino.
Los taxistas no querían aceptar por obvias razones, pero el señor les respondió de una manera increíble: “No me quiten la bendición de darles”.
Pero como bien dicen que el que le da al necesitado, le presta a Dios y el paga y multiplica todo al ciento por uno, estos hombres fueron reconocidos por el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA).
Sin embargo, el mejor premio es el cariño que el pueblo -y los más necesitados-, les tienen.