La bronca que se carga el portero de Motagua, Sebastián Portigliatti es grande.
Perder ante Olimpia y que te piten un penal ya para terminar el partido es para apretar los dientes. Sebas estaba más que molesto.
El argentino tuvo contacto con Alberth Elis y el central Geovany Mendoza pitó penal. Era para morirse.
“Me parece que no era penal. Yo no voy con la intención de tocarlo, pero en esa jugada el rival deja la pierna para que exista contacto y veo que se cae, se quiere levantar para seguir la jugada, yo atrapo la redonda y cuando quiero seguir la jugada me doy cuenta que es penal”, dijo el argentino.
“Yo no voy a entrar en polémica con los árbitros, porque si hablamos es problema y si no también, duele perder así porque hicimos un partido bárbaro, porque defensivamente estuvimos espectacular”, cerró.
La semana para Sebas será larga, pues cuesta digerir una derrota de esta manera.