Mientras Honduras lamenta la noticia que su artista favorito sufre de cáncer de tiroides, Guillermo Anderson, desde La Ceiba, manda un mensaje tranquilizador.
“No estoy grave”, dice el papá de grandes éxitos como Pepe Goles, En mi país, Chago, El Encarguito, Pobre marinero, entre otros.
Guillermo toma desde su casa fotografías de las montañas ceibeñas, comparte con su esposa e hijas, y, claro está, sigue en su proceso creativo.
Ayer, en sus redes sociales, escribió el siguiente mensaje: “Queridas amistades. Hoy muchos medios han reportado sobre mi estado de salud. Agradezco el cariño y respeto con que han dado la información. Como siempre las noticias se prestan a una variedad de interpretaciones”.
Sepan que a pesar de mi tratamiento estoy llevando una rutina y vida normal dentro de mi indicado reposo. Me ejercito un poco, he estado de buen apetito, ánimo y por suerte con mi sentido del humor intacto -señala.
Y finaliza diciendo: “Estos días he dedicado mucho tiempo a mi trabajo creativo y mis investigaciones. No contesto llamadas ni he dado entrevistas pues debo hablar poco y mi voz naturalmente no está en las mejores condiciones. Me impresiona alienta y conmueve la cantidad de mensajes que he recibido, los leo todos. Agradezco tanto cariño y sus muestras de solidaridad”.
El cáncer -decía Facundo Cabral, otro genial artista que sufrió, y sobrevivió a la enfermedad-,te mata o te reanima y te da ganas de luchar, te despierta porque tal vez estabas dormido.
En el caso de Guillermo, estamos seguro que este retiro temporal de los escenarios servirá para mezclar en las hojas en blanco todos los colores, palabras, paisajes y sabores hondureños y que nos regalará más historias que nos tocan el corazón.