El nombre de Mariano Godoy hay que mencionarlo con respeto. Después de todo, estamos hablando de una de las grandes glorias de la Selección Nacional y del Motagua. Grande entre los grandes, esta leyenda viviente le concedió una entrevista a www.radiohouse.hn donde habló del pasado y, por supuesto, del presente y del futuro del fútbol hondureño.
¿Es cierto que los jugadores de antes jugaban por amor?
Imagínese cómo eran las cosas que antes a nosotros sólo nos daban un uniformes y un par de tacos y lo que le daban tenía que andarlo cuidando toda la temporada, no había alguien que decía “Vamos a comprarle tacos, vamos a comprarles uniforme, un botiquín, un aquí, un allá”, éramos muy limitados, incluso hasta para los juegos de fogueo, no teníamos roce internacional, pero le diré que el material humano de aquel entonces era de lo mejor que yo he podido ver a lo largo de mi vida. Estaban Jorge Urqía, Mario Blandón Artica, Shinola Matamoros, Selvin Cárcamo, Martillo Hernández, Rubén Guifarro. Para mi fue una constelación de jugadores, una buena época que pudimos haber hecho bastante.
Individualmente habíamos muy buenos jugadores, me incluyo, pero colectivamente no funcionábamos, porque la preparación no era la adecuada.
¿Por qué Don Mariano?
Definitivamente no había apoyo, ni económico, ni logístico, el entnador hacia lo que podía, realmente nosotros necesitábamos más preparación, más fogueó internacional, apenas salíamos y teníamos ese pánico escénico de entrar a otras canchas, mientras que con fogueo, uno puede jugar en cualquier lugar como si fuese en casa.
¿Cuál es su nombre completo?
Mariano de Jesús Godoy Cerrato.
¿Qué número utilizaba?
Usaba la 6 y la 8 en la selección.
¿Cómo fue su infancia don Mariano?
Fue de la mayoría de los niños de mi época, crecí en el barrio Morazán y la Guadalupe, andábamos casi todos descalzos, ya nos pusimos zapatos ya cuando entrábamos al colegio. Jugué en la escuela República de México, que era famosa en el fútbol, estábamos en el campo la isla, enfrente estaba la escuela, sólo salíamos de la escuela y jugábamos.
¿Dónde inició jugando?
Pues allí en la escuela, de la escuela me vio el entrenador Juan Andino (Que en paz descanse), que todavía está su hijo, y me llevó a un equipo que se llamaba Lituania, pero, en aquel entonces, había cierto celo para cierta gente.
Lo mismo me pasó cuando me tocó llegar a Motagua, primero llegué a Olimpia, pero, era difícil jugar en esos equipos.
Inicié jugando como profesional con Federal en segunda división, llegamos a ser campeones con Federal, disputamos el ascenso contra Victoria, me acuerdo que metí un gol, le voy a ser sincero, le pegué un puntazo a esa pelota, lo espectacular fue que quedó clavada entre el tubo y las mallas, yo no lo vi hasta el día siguiente en un diario, no pasaban los partidos por tele, no lo vi, porque al meter el gol, todos los jugadores me cayeron encima y yo no vi nada.
¿El mejor recuerdo de su infancia?
Más que de infancia, fue de mucha pobreza… Algo que yo quisiera revivir fue mi etapa en la escuela secundaria, allí jugué fútbol y era conocido por el fútbol, esa era la ventaja, lo que pasa que ahora le exigen más fútbol que estudio.
Por eso es el gran problema que tenemos ahora. Los casos están a la orden del día, dinero, fama, pero intelectualmente dejan mucho que desear.
¿Cuándo debuta con Motagua?
Debuto un día de mi cumpleaños, 17 de octubre de 1968, jugaba contra el León de México. No entré de titular, la gente se quedó encantada porque yo corría, metía pierna, estaba cumpliendo 18 años.
¿Qué técnico le dio la oportunidad?
Estaba mi tío Popo Godoy, tuve problemas por eso, era el sobrino y decían que yo jugaba porque él era mi tío, yo les demostré a los jugadores, a los directivos a la demás gente, que yo no necesitaba que mi tío fuera el entrenador para jugar, porque igual vinieron más entrenadores y seguía jugando.
¿Con cuántos equipos jugó en Liga Nacional?
Motagua y ya en mi retiró con el Atlético Morazán. Me voy de Motagua y me llama don Carlos Padilla, que había sido mi entrenador de casi toda la vida y me llama que le ayudé con el Atlético Fusep, que era de los militares, con ese equipo salimos campeón, con ese equipo peleamos el ascenso a Liga Nacional y llegamos a primera, he tenido la suerte que con todos los equipos que jugué salí campeón. Gracias a Dios por eso.
¿De los clásico, cuál es el que más recuerda?
Ufff, casi todos, pero bueno, hay clásicos que uno recuerda, me fracturaron y estaba joven, afortunadamente estaba joven, entré con lealtad, los demás decían que era muy atrevido, yo era todo terreno, jugaba los 90 minutos igual.
Los clásicos Olimpia Motagua eran una gran fiesta deportiva, no había esos escándalos, no había nada de eso de ahora, eran cerrados los partidos, en esa etapa que jugué del 68 al 78, casi 11 años, nosotros ganábamos las series.
Eran 2 vueltas o 3 vueltas, después unas cuadrangulares que se inventaron, nosotros siempre con Olimpia teníamos un partido a muerte. Podíamos perder con cualquiera, menos contra Olimpia, pero eso fue la mística, y yo por eso seguía jugando, yo les decía a directivos y compañeros “Si nosotros no le podemos ganar al Olimpia, no merecemos ser campeones. Si ganamos los 2 juegos a Olimpia, seremos campeones.
¿Usted estaba en el clásico donde Pedro Colón anotó y Motagua fue campeón?
Por supuesto, primero estaba en el banco, después entré.
¿Cuál cree que es la diferencia entre el fútbol de antes al actual?
Hay mayores prebendas, más patrocinio, más apoyo, antes no existía nada de eso. Antes uno no podía regalar una camisa, se la cobraban y lo regañaban. Una vez vino un equipo de esos amateur de Estados Unidos y hubo un intercambio con un jugador, y me la cobraron, me dijeron que quién me había autorizado a entregarle la camisa.
¿Usted qué les dijo?
“¡Cóbrenmela! ¿Y voy a hacer? Ya no se la puedo ir a quitar al gringo”. Para que se imagine en las circunstancias que nosotros jugábamos, en definitiva Honduras tenía muy buenos jugadores, sigue teniendo, lo que sucede es que muchos jugadores se pierden en el camino. Realmente el apoyo que se le da a las ligas menores no es el adecuado.
¿Cree que allí esta la debilidad?
Definitivo, pero aquí los directivos sacan pecho sólo con los jugadores ya hechos, pero hay que hacerlos, verlos caminar, acompañarlos a los partidos, no es fácil. Países futboleros como Argentina, Uruguay, Brasil, tienen gente viendo y cuando ven un jugador, lo acaparan y lo fortalecen.
¿Cuántos procesos de Selección hizo con Honduras?
Para 2 Mundiales: Alemania 74 y Argentina 78, para el 82 no estuve, ya estaba por retirarme, me llamaron, pero no quise porque era injusto, ya no estaba en ritmo de competencia, además mis prioridades en ese momento ya eran otras, ya tenía familia y aprovechaba el tiempo para poder estudiar.
¿Clasificamos a Rusia?
Con lo que he visto, lo dudo, sólo son 2 partidos importantes frente a El Salvador, aunque le ganemos a El Salvador no vamos a pasar, además no me gustaría que pasara porque haremos un ridículo. Lo que he visto no es lo que yo esperaba. La generación buena se acabó, la que viene hay que prepararla para el siguiente Mundial, pero, no para Rusia.
¿Jorge Luis Pinto?
No lo conozco, pienso que todo entrenador quiere lo mejor, se juega su prestigio, su nombre, si no le va bien en Honduras, pues su rendimiento se va para abajo.
¿Fenafuth?
Cuando llegan políticos o gente a querer sobresalir, es difícil que realmente apoye al fútbol; en general, el problema es que los directivos son directivos de equipos y están ligados a ciertos equipos.
Por eso es que sólo los mismos equipos salen campeones. Le diré honestamente: soy aficionado a Motagua, quiero a Motagua, pero Honduras Progresó hizo un buen torneo, ganó bien el campeonato, aunque quería que ganara Motagua, Honduras de Progreso lo merecía más.
¿Está de acuerdo con naturalizados en la selección?
Uno no debe discriminar a los jugadores extranjeros que estén jugando en el país, siempre y cuando defiendan los colores como sí fueran el de su patria de nacimiento, si es buen jugador, no veo mayor problema.
Mire a De Souza, Portigliatti, tienen años de vivir aquí, si otros países con mejor récord futbolístico que el nuestro, hay naturalizados, no debería haber ese egoísmo.
Además, aquí hay jugadores que solo lo hacen bien en equipos y no en la selección. Por ejemplo, Junior es un estandarte en Motagua, pero no de la Selección. Otro ejemplo: Wilmer Velásquez, sólo en Olimpia funcionaba ese muchacho.
Mire a Carlo Costly, lo miro en los equipos que no es el jugador de Selección, pero con la Selección se transforma.
Me da pesar Junior, porque lo vi desde pequeño, en Motagua ha sido líder, pero en la selección no ha tenido la carrera que debería tener porque es un gran jugador.
Le haré una serie de preguntas cortas y me dice que se le viene a la mente cuando se las mencione: ¿Callejas y Hawitt?
Tendrán que resolver sus problemas.
¿Los Atala?
Una familia de mucho respeto para mi.
¿Motagua?
Mi equipo favorito.
¿Religión?
Católica.
¿El momento más feliz de su vida?
Cuando me gradúe de la universidad.
¿El momento más triste de su vida?
La muerte de mi madre.
¿El mejor jugador de Honduras?
Han existido muy buenos jugadores: Rubén Guifarro, Martillo Hernández; en Olimpia estuvo Jorge Urquía, Jorge Brand; en Marathón Echeverría, Nayo Caballero; y en Real España, Jaime Villegas.
De los más recientes, César Obando. Hay buenos jugadores, pero no tan emblemáticos, ya pasó la etapa de Guevara, Turcios, Plummer, Suazo, Rambo. Veo con mucha proyección a este muchacho Elis, pero está en etapa de preparación, por eso digo que la Selección no va a clasificar, porque les falta mucho, no han llegado a la madurez necesaria.
Hay jugadores que realmente han tenido mucha suerte, son jugadores que me asustan cuando dicen que se van del país a jugar al exterior, pero así es, a cada quien le toca lo suyo.
¿Si pudiera mencionar un nombre como mejor jugador de Motagua de la historia, quién sería?
De mi época, siempre vi buenos jugadores, Lennard Wells como defensa central, mediocampistas como Tonín Mendoza, Mon Paz, Rubén Guifarro, Martillo Hernández.
¿Si usted fuese directivo de Fenafuth, qué haría para mejorar el fútbol de Honduras?
Están muy descuidadas las ligas menores, sólo sirven como trampolín de ciertos directivos, acompañados de ciertos diputados que manejan las ligas menores, se manejan sus propios intereses, no es en bienestar del fútbol.
La fortuna que ha tenido Honduras es que tiene materia prima, aunque actúen mal, siempre siguen saliendo jugadores, a parte que debería haber una estructura para que el jugador se eduque, porque el jugador empieza a jugar y se olvida que hay que estudiar.
¿Qué está haciendo su hijo Marlon?
Está trabajando como instructor de futbolito, pero me hubiera gustado que tuviera una carrera en el deporte y luego seguir con otra dimensión de entrenamiento, entrenando equipos grandes, pero se le acabó la carrera. Muy corta fue su carrera.
Esta gente queda con esa frustración, con esa decepción, de que tuvieron una oportunidad y no la aprovecharon.
A mi me preocupa con ese caso que acaba de suceder, es la realidad de jugadores que se dedican al fútbol, viven del fútbol,mandan en autos que no somos capaces de tener, nosotros íbamos a pie a los entrenamientos y de repente contrataron un bus que nos llevaba.
Ahora es más fácil salir del país, antes era muy difícil.
Sergio Montero preguntó: ¿Usted cree que lo hacen como trabajo, y no como pasión como antes?
Exactamente, esa pregunta es muy importante, antes nosotros jugábamos porque queríamos al equipo, lo amábamos y dábamos todo por el, independientemente si nos daban premio o no.
Por ejemplo, siempre nos decían, “Si le ganan al Olimpia habrá premio”, a nosotros no nos interesaba eso, nosotros queríamos ganarle al Olimpia a como diera lugar.
Antes, eso de cambiar de equipo, de Motagua a Olimpia o viceversa, no existía, era alta traición, ahora no, donde ofrezcan más, los jugadores se van, se perdió ese tipo de cosas.
¿Cuánto fue su primer sueldo?
Nosotros jugábamos por taquilla, o sea, el equipo, después de todos los gastos, le tocan a los equipos esto: el equipo que ganaba le tocaba el 60% y el que perdía el 40%.
De ese 60% nosotros negociábamos, si ganamos nos daban todo! si empatábamos el 40% y si perdíamos no nos daban nada.
Un partido contra Victoria, me tocaron 3 lempiras con 75 centavos.
Cuando me empezaron a dar sueldo mensual, me empezaron pagando 50 lempiras, me los dieron porque eso era lo que ganaba Pedro Colón, entró a trabajar a la tipografía que era donde iban a trabajar todos los de Motagua le quitaron los 50 lempiras y me los dieron a mi.
Pedro Colón tiene una anécdota, lo corrieron de la tipografía porque él decía que era jugador y pensaba que por eso no tenía que ir a trabajar, entonces un día llegó y el jefe lo regañó, lo trataron mal y dijo: “¡Ya me voy de aquí!”.
Yo desde que vi eso, mi preocupación cambió y supe que tenía que estudiar. Sabía que con el fútbol no iba a salir adelante, menos ayudarle a mi familia.
Los que sólo se quedaron en el fútbol miro compañeros que me dan mucho pesar, yo vi una gente en Ceiba, de los que jugaron en Vida y Victoria, es lo más triste que he visto, jugadores que estaban conmigo estén pidiendo ayuda, casi en la calle, porque uno vive su momento, después se olvidan de uno.
Para finalizar, don Mariano, ¿Qué le dejó el fútbol y qué mensaje le daría a los futbolistas de las nuevas generaciones?
El fútbol me dejó muchas alegrías, la amistad que conozco por medio del fútbol, el cariño y aprecio de la gente, la gente me encuentra en la calle y me siguen diciendo Marianito. Eso me satisface.
Realmente nunca fui un jugador altanero ni prepotente, eso es lo que podría decir que he ganado, la simpatía de la gente. De todos los equipos, no sólo los aficionados de Motagua.
Me hubiera gustado salir al extranjero a jugar, ahora esos futbolistas tienen su futuro económico asegurado. Agradecido con Dios que me tiene con vida, salud y en paz cada día.
Soy un creyente que Dios sabe lo que hace y uno debe aceptar su voluntad.
El mensaje para la nueva generación, que se eduquen, que los mismos equipos que contraten gente que le den educación y que sea parte integral de cada equipo. Obviamente coordinado con el ministerio de educación, para que le den validez a su estudio, porque unos van a triunfar, otros no, y esos que no, quedan frustrados y se dedican a otras cosas, posiblemente pueden sacar una profesión que les puede ayudar más.
Esto se debería engranar, Fenafuth, Liga Nacional, Ligas menores, concentrarse, son pocos los muchachos que quieren jugar fútbol profesionalmente.
Eso le forjaría un camino en caso no triunfen en el fútbol. Eso es un proyecto que me encantaría verlo funcionar.