NOTA DE REDACCIÓN: En menos de cuatro meses, www.radiohouse.hn se ha convertido, gracias a sus reportajes, entrevistas y credibilidad, en el sitio web favorito de los lectores hondureños. Aquí no mentimos ni especulamos, y, aunque publicamos notas internacionales, preferimos las historias y personajes con saborcito catracho. A partir de hoy -y hasta el fin de año-, volveremos a compartir con ustedes algunos de las mejores entrevistas realizadas entre el 31 de agosto a la fecha. ¡Que las disfruten!
Perseverancia. Así puedo definir a Marlon Licona, un chico que a sus 24 años le ha tocado vivir de todo en el marco de Motagua. A los 16 años llegó al campamento azul y con el tiempo se ha convertido en una figura del marco azul.
Licona ha sufrido más de la cuenta para saborear las mieles de la victoria, se ha raspado los codos y rodillas para ganarse un lugar especial en Motagua.
La tarde es fresca en Tegucigalpa, el portero motagüense llega puntual, se sienta. Se ve relajado. Es un buen momento para charlar.
Si no me falla la memoria, yo fui el primer periodista deportivo que te entrevistó y aquí estamos como dos buenos amigos.
Sí, me acuerdo muy bien. Llegué a Motagua con una calzoneta y una camisa fea, ja, ja, ja estaba cipote, tenía 16 años. Ese día venia de Olancho. Ya días fue eso.
Y ahora sos figura en Motagua
Sí. Justamente estaba pensando que ha transcurrido tanto tiempo y todo el proceso por el que he pasado para poder estar aquí en Motagua. Jugar en Motagua es difícil, no es cualquiera que lo puede hacer, es un equipo grande y muchos quieren jugar aquí. Gracias a Dios aquí estamos y más en este puesto tan difícil. Hace poco escuchaba una entrevista de Víctor Valdés donde decía si le dieran la oportunidad de volver a elegir no sería portero.
¿A vos te ha pasado eso?
Sí.
¿No querías ser portero?
Licona no titubea al responder y dice: “No. Es que ahora es complicado ser portero. Vos le podés preguntar a cualquier portero profesional y te va a responder lo mismo. Ahora, esta profesión es muy linda, cuando tapás una jugada de gol la gente te aplaude, pero es complicado. Se disfruta una tapada que la gente diga “wow”, pero es una carrera muy difícil.
¿Vos te identificás con Víctor Valdés?
Mmm… quizás en el juego de él no, pero sí en su historia. Te voy a contar, por qué me convertí en portero. De pequeño me gustaba jugar de en la cancha, pero me cansaba rápido. Entonces yo dije: “Nombe, esto no es para mí”. Nosotros somos cuatro hermanos (Luis, Darwin y Ronal) y yo soy el más pequeño. Entonces, ellos me mandaban a la meta y me hacían disparos y yo me tiraba. Eran bombazos los que me tiraban y empecé agarrar cancheo y reflejos. Poco a poco me fue gustando y ahora aquí estoy.
¿Entonces hay que culpar a tus hermanos porque sos portero?
Ja, ja, ja, sí. Mis padres nos mandaban implementos deportivos y una pelota, pero yo era el más pequeño y me mandaban a la meta. ¿Qué le iba a hacer?
¿Has sufrido por ser portero?
Se pone serio por primera vez: “Sí, incluso he llorado. Justamente en plenos partidos o en mi casa. No siempre le va bien a uno y en la carrera de portero uno lleva las de perder, pero de igual forma he disfrutado la profesión. Estoy consciente que esto apenas comienza.
¿Has llorado por algún error?
Ahora su sonrisa regresa y toma un sorbo de fresco de mora. “Sí. No me gustaría especificar, pero sí he llorado por ciertas actuaciones que quizás de la nada pasan, vos, más que nadie sabes de qué te hablo, ya que has sido portero y uno está expuesto a eso. Lo peor es que los errores son más evidentes en los porteros.
Yo ni dormía cuando me chorreada en una jugada… ¿A vos te pasa lo mismo?
Créeme que no solo una chorreada, sino que al perder un partido, empiezo analizar cada jugada, qué hice, qué no debía de hacer y qué dejé de hacer. A veces, mi esposa (Maybey Ramírez) me pregunta que por qué no duermo y me dan las tres de la mañana pensando y pensando. Hasta que llega en un momento que repaso todo el partido y ya descanso, pero sí me cuesta dormir cuando pasa eso.
¿Con que obstáculos te has encontrado en tu carrera deportiva?
Cuando me operé del tobillo, fue una pequeña fractura y no pude estar en proceso de la Sub 23 de los Juegos Olímpicos de Londres 2013. Me lesioné y me costó recuperarme. No me llamaron y fueron Francisco Reyes y José Mendoza. Me dolió no estar en los Juegos Olímpicos.
Vos has estado mucho tiempo en la banca… ¿Alguna vez pensaste desde el banquillo “A la mierda con esto?”
Bastantes veces. Incluso jugando en partidos en los que me iba mal y me decía cosas desde mi interior como: “¿Será que esto no es para mí? ¿Será que hasta aquí llegue? ¿Será que seguiré toda mi vida en la banca? Pero como dice Valdés: “El portero tiene que ser de mente fuerte y sobre todo, perseverante”. Esto es un proceso y no hay que desmayar, porque las oportunidades llegan en cualquier momento.
¿Qué cualidades debe tener un portero para poder triunfar?
Tener muy claro lo que uno quiere llegar a ser. En mi caso, yo siempre soñé en jugar en Liga Nacional, me miraba al espejo y estaba convencido de que iba a ser jugador. Me miraba por horas y me decía: “¿Tengo pinta o no tengo pinta?”, o a veces me miraba los músculos. Yo sinceramente no creí que iba a llegar lejos, en el camino me encontré con gente que me decía cosas como: “No servis, retírate”, me he encontrado con gente que me ha tratado de lo peor. Si volviera a empezar no sería portero…. Lo pensaría dos veces.
¿Cómo vivís el momento antes de un partido?
Si el partido es en la noche me levanto temprano. Luego almuerzo y tengo un tiempo a solas con Dios. De igual forma, el día anterior del partido me pongo a rezar con mi esposa. Me encierro en mi cuarto y pongo música de alabanza.
¿Qué consejo le darías a un portero que quiere ser profesional?
El punto es ser perseverante y no desmayar. Podes llegar a ser el sexto portero de un equipo, pero si sos perseverante vas a llegar a ser un mejor portero.
Hablemos de Motagua… ¿Qué tal es tu relación con Diego Vázquez?
Muy buena. Diego es una persona que trata por igual a todos. No he tenido ningún inconveniente.
¿Y con Sebastián Portigliatti?
Muy bien. Calidad. Sebas es una excelente persona y disfrutamos cada entrenamiento. Trato de aprender mucho de él, la forma de su saque, que es excelente, y el achique. A veces me pongo a practicar su achique, porque es muy bueno.
¿Cuál es tu debilidad en el marco?
No te la voy a decir, se van a dar cuenta los delanteros en esta entrevista y está peligroso. ja, ja, ja.
¿Tu habilidad?
Mi reacción bajo el marco.
¿Cuál fue el momento más duro de tu vida?
No poder contar con mis padres en mi niñez. Ellos se fueron a los Estados Unidos cuando apenas tenía tres años. A mi madre (María del Carmen López) la volví a ver a los 14 años y a mi padre (Porfirio Licona) a los 16. Eso me costó, pero ahora se vino mi madre y la tengo más cerca. Mi padre sigue en Estados Unidos, pero en diciembre se viene.
¿O sea que en tu infancia te hizo falta esa imagen paternal?
Sí, porque nosotros vivimos con mi abuela y mi tía. Fue complicado, pero nosotros asimilamos que nuestros padres se fueron con la intención de ayudarnos. A mi padre lo conocí en un juego ante Estados Unidos con la Selección Sub-17.
¿Cómo fue ese momento?
Quedamos de vernos en el juego ante Estados Unidos. Yo estaba en pleno partido y estaba a la expectativa y me preguntaba a qué horas llegaría. En pleno partido me la pasé viendo en las graderías buscando a mi padre y primos. Cuando lo ví que me está tomando fotos en pleno partido se me vinieron las lágrimas. Yo lloraba y jugaba. Fue un momento feliz, pero a la vez de impotencia, porque quería abrazarlo después de tanto tiempo de no verlo.
¿Luego?
Terminó el segundo tiempo y me acerqué lo abracé y fue un momento muy especial. Fue lindo y gracias al fútbol conocí a mi padre.
¿Olanchano?
100 por ciento.
¿Podés hacer tapado olanchano?
Me gusta la cocina, pero no he llegado a ese nivel. He probado el de acá y es más o menos, pero el de Olancho lleva carne, pelleja, chorizo, coco… es rico.
¿Tenés el hábito de leer?
Sí, leo la biblia y libros de superación o cristianos.
Sergio Montero -nuestro fotógrafo-, quiere que nos digás tu salmo favorito.
Proverbios 31-8: “Esfuérzate y sé valiente. No te desmayes” o Deuteronomio: “Y el SEÑOR es el que va delante de ti; él será contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas, ni te intimides”.
¿Qué hacés en tu tiempo libre?
Me gusta ir al cine con mi esposa, ir a comer o tomarnos un café.
¿Casado con todos los mikis?
Casado con todos los mikis… aquí esta este hombre de testigo– señala a Sergio Montero, quien le tomó las fotos de su boda-.
¿Cuántos pares de guantes tenés?
Tres.
¿Cuántos años en Motagua?
Siete años.
¿Títulos?
Dos.
¿Cuántos goles te han metido?
No sé y ni quiero saber.
¿Te gustaría jugar de delantero en Motagua?
Sería bonito. Siempre me imaginaba jugar de volante izquierdo, pero profesionalmente es complicado. Vamos a ver si se lo consultamos a Diego, pero eso está yuca ja, ja, ja.
Los porteros favoritos de Licona.
Iker Casillas, Dida, Noel Valladares, Keylor Navas, Gianluigi Buffon y Brad Friedel.
CINCO DETALLES DE LICONA
¿A qué le tenes miedo?
A las culebras.
¿Qué libro me recomendarías?
Lo Mejor de ti de Joel Osteen.
¿Comida favorita?
Pollo a la plancha con brócoli.
¿En un día de compras, cuánto gastás en el mall?
Depende, no soy tan fanático de ropa, pero cuando tengo la capacidad 2 mil 500 lempiras.
FILOSOFÍA
Perseverante
“Me llamaron a la Selección para una prueba. Había seis porteros y yo era el séptimo. Me preguntaba en mi interior: “¿Qué vengo a hacer aquí?”. Los porteros eran grandes y yo era todo flaquito. Luego empezaron a cortar porteros y ahí me tenían. Al final me quedé y clasificamos al mundial sub 17 de Corea”.
Motagua.
“Vamos paso a paso y esperamos llegar a las finales. Desde que comenzó el torneo hemos hecho bien las cosas. Tenemos una buena base en el equipo y nos hemos dado cuenta de nuestra capacidad. En nuestro camerino hay unión y de la buena”.
Su esposa.
“La mujer que Dios me ha dado es la mujer perfecta. Ha sido una parte fundamental para llegar donde estoy en mi carrera deportiva”.
A UNA PALABRA
Motagua: Agradecido
Marlon Licona: Valiente
Ramón Maradiaga: El mejor de Honduras
Cuate Castillo: Muchas enseñanzas
Diego Vázquez: Excelente entrenador
Roy Posas: Aprendí
Sub-17: Nunca lo olvidaré
Panamericanos en Río: Nunca olvidaré el Maracaná
Tu esposa: La mejor decisión que he tomado
RadioHouse.hn: La están rompiendo