NOTA DE REDACCIÓN: En menos de cuatro meses, www.radiohouse.hn se ha convertido, gracias a sus reportajes, entrevistas y credibilidad, en el sitio web favorito de los lectores hondureños. Aquí no mentimos ni especulamos, y, aunque publicamos notas internacionales, preferimos las historias y personajes con saborcito catracho. A partir de hoy -y hasta el fin de año-, volveremos a compartir con ustedes algunos de las mejores entrevistas realizadas entre el 31 de agosto a la fecha. ¡Que las disfruten!
PRIMERA PARTE
La cita fue en el restaurante mexicano La Doña, ubicado en Tegucigalpa. Luego nos fuimos a Radio House. El personaje: un goleador de la Selección Nacional que ha tenido gran experiencia a nivel de clubes nacionales e internacionales.
Sus goles los hemos gritado en momentos claves de nuestra H. Reservado y amante al chile, llegó puntual a la cita. Jacobo Hernández y yo comenzamos una plática amena durante unas horas.
Iba a comenzar a preguntarle sobre su pasión por el chile picante, pero lo curioso es que la primera pregunta no la hicimos nosotros, sino que me la hizo él…
¿Y esos tatuajes… qué significan? -me pregunta Costly. Y cuando termino de explicarle sus significado me comenta sobre los que tiene en el brazo. Y ahora sí iniciamos la entrevista…
Minuto 3 del partido ante San Lorenzo. Tu debut con Olimpia lo hacés en Copa Presidente. Te hacen una entrada con lo que parece, bastante malicia. Este tipo te pudo haber lesionado, pero te aseguro que celebró tu gol en el Azteca y claro, el que le hiciste a Ecuador en Brasil 2014.
Fútbol es fútbol. Él estaba defendiendo su camisa y yo la mía. Sí fue mala intención, pero el reclamo del público fue mucho más grande que la entrada. Todo es por la calentura del momento. Es fútbol.
¿Como te sentiste regresando al fútbol nacional?
De hecho, anteriormente yo estuve entrenando con Real España si lo recuerdan, pero lamentablemente no se dieron las cosas. En Real España prefieren contratar a un extranjero que cobra mucho más antes que a un nacional que les puede rendir más.
Ahora que tocamos el tema. ¿Cómo ves el caso Real España?
A mí parecer, todo pasa por Daniel Uberti. Poniendo y sacando jugadores cuando quiere y la directiva está confiando ciegamente en él. Realmente es un problema muy grave, yo no conozco la interioridad de lo que pasa en el equipo, solamente hablo por lo que veo y leo en las noticias.
¿Qué equipo es Carlo Costly?
Para ser sincero, me vi como un empleado de Real España y tuve mucha gloria. Platense fue el equipo con el que comenzó todo y sufrí, no como la generación de ahora, claro. Gracias a Dios, en aquel entonces, cuando me faltaba dinero, contaba con el apoyo de mi mamá, que siempre ha vivido en México y si necesitaba algo ella me lo enviaba. Tengo conocimiento de que en estos momentos la directiva le adeuda al club 3 meses de salarios y eso los tiene fregados.
¿Cómo llega tu mamá a México y posteriormente vos?
Mi mamá se fue diez años antes de que yo lo hiciera. Se asentó y puso un supermercado y vendía pescado en la Pescadería de México en el DF. Aquí en Honduras yo vivía con mi abuela, hermanos, mis tíos, primos en La Lima. Un día mi madre me preguntó si me quería ir a vivir a México y yo le dije que sí. Si no me voy en ese preciso momento quien sabe si sería marero o algo peor. Apenas tenía 12 años cuando tomé el vuelo al DF.
¿Cómo se dio el primer paso en el fútbol mexicano?
Arranqué en las reservas o segunda división de Pumas directamente, no recuerdo para ser exacto. Mi padrastro, que es doctor, conocía al doctor de Pumas y hablaron sobre mí y de repente llegué y empecé a entrenar, jugar y viajar. Después de un tiempo dejé un rato el fútbol profesional y me dediqué a jugar al “llano”. El llano es el fútbol burocrático, así lo llaman en México. Me pagaban por partido y viajaba a lugares como Acapulco, Queretaro y jugaba fútbol rápido en el DF. De esta forma me fui dando a conocer y como me gustaba el corte de pelo que utilizaba Carlos Pavón, pues yo también ja, ja, ja. Lo divertido es que yo también llevo el apellido Pavón pero mi mamá no me lo puso, me puso el apellido Molina. En ese tiempo me decían Pavón en las canchas y prácticamente en todos lados.
¿Cómo surge el acercamiento con Carlos Pavón?
En una oportunidad, lo fui a buscar a Celaya, pero cada vez que lo iba a ver nunca estaba con el equipo por sus convocatorias a la Selección Nacional. Fue hasta después que lo fui a ver cuando él ya estaba en Morelia. Fui hasta la Bombonera en Toluca y lo vi celebrando el título. Casi me subo al bus para irme a Morelia y seguir celebrando con ellos, ja, ja, ja.
¿Fue Carlos Pavón parte importante de tu proceso como jugador en México?
Después de que conocí a Pavón, él habló por mi en Celaya y estuve en el equipo por 6 meses. Él me atendió muy bien. Me presentó a los hijos y la esposa. Recuerdo la primera vez que nos vimos fue en el hotel donde él estaba. Me vio con cara de: “Y este cabrón que se parece a mí, ¿Quién es?”. Ja, ja, ja. Me preguntó de doóde era, platicamos, comimos y la pasamos bien esa vez. De regreso al D.F. , venía tranquilo al saber que me recomendaría en Celaya. Jugué esos 6 meses y como no tenía nada que hacer ahí, me regresé al DF.
¿Entonces, quiere decir que sos de poca paciencia?
Definitivamente que sí, soy muy desesperado, ja, ja, ja.
¿Qué pasó regresando al DF?
Volví a jugar llano y como me pagaban por partido estaba tranquilo. De boca en boca se iba hablando de mí y luego un amigo me comentó que había una escuela del Atlas en el DF y me ayudó para ir a entrenar pero ahí no pagaban. Te daban todo menos dinero ya que era como filial y yo, de 18 o 19 años, quería ganar dinero.
¿Por qué tomaste la decisión de regresarte a Honduras si estabas teniendo buena formación en México?
Mi tío sabía que yo jugaba pero nunca me había visto en una cancha y me dijo que conocía a Flavio Ortega, que en aquel momento iba a ser el entrenador de Platense. Mi tío me presenta al profesor Flavio pero lamentablemente él tuvo un accidente bastante grave después de apenas 2 días de mi regreso a Honduras. Esto me dejaba a mi a la deriva.
Su tío, para no perder oportunidad habla con Jaime Villegas, que en aquel momento era director deportivo de Real España y que fuera dupla en defensa con Allan Costly en el Mundial de España 1982. Lo sorprendente fue lo que sucedió a continuación…
“Llegué a Real España y me puse a entrenar. Recuerdo a Jorge Zaldívar, Orlin Vallecillo, Mario Cesar El Pescado Rodríguez y Leonardo Isaula. El profe Tato Ortiz era el entrenador de aquel equipo. Pasaban las jornadas y no acumulaba minutos”, recuerda Costly.
“Me tocaba viajar desde La Lima a los entrenamientos en San Pedro Sula y la menos contenta era mi madre, ya que ella era la que me mandaba dinero para ir a entrenar. Un día me llamó y me dijo que me mandaba el pasaje para regresar a México porque no iba a estar gastando de dinero de puro gusto. Mi tío estuvo llamando a Jaime para preguntar qué pasaba y el nunca contestó”, agrega.
Alto… Jaime Villegas y tu papá era compañeros de Selección. ¿Ni por ese lado te lograste quedar en Real España?
Eso es lo que me extraña del fútbol. No sé, a lo mejor tienen problemas. Pero por ahí tiene que existir algo humanitario… O sea, soy el hijo del que fue su compañero por algunos años, aunque la relación de Jaime era con mi tío Junior, porque también jugaron juntos en Real España.
Regresando a México, una vez más, Carlo recibe una llamada de su tío para contarle que Chelato Uclés será el nuevo entrenador de Platense.
“Le expliqué a mi mamá lo que estaba sucediendo en Honduras y me preguntó si quería regresar y obvio, el fútbol es lo mío. Yo quería regresar a Honduras. Ella siempre me ha ayudado incondicionalmente. Aunque la parte de gastar en pasajes no le agradaba cuando no se daban los resultados y según ella venía a pasear, ja, ja, ja. Bueno, la verdad si venía a pasear ja, ja, ja”.
¿CÓMO NACE LA COSTLYÑA?
¿Entonces ella es tu mayor apoyo?
Claro, ella veía que yo andaba con los tacos de arriba para abajo jugando llanos y como me mantenía solo ella se fijaba en mi independencia. Gracias a Dios a mi mamá le iba muy bien en ese momento y era poco lo que me ayudaba. Entonces me dijo que me daría el pasaje pero que era el último que le pagaba. “Sólo uno te voy a dar, yo no sé como vas a hacer. Si no te quedás, yo no sé qué vas a hacer”. Fueron sus palabras textuales, ja, ja, ja se ríe Carlo.
“Fui a entrenar y qué creen: ¡NO LLEGÓ CHELATO, QUE SUERTE LA MÍA!, ja, ja, ja. En su lugar llegó Hermelindo Cantarero, que es familia con mi tío. El crió a mi tío y sus hermanos en los campos bananeros. Mi tío me recomendó: ´Fijate que tengo un sobrino que dice que juega fútbol y quiero que lo probés´. Al llegar me preguntó si yo era el hijo de Allan Costly y me solicitó presentarme el lunes, ese día llegaba el profe Roque Alfaro”, relata Costly.
De México yo me regresé con un arquero que venía a probarse al fútbol hondureño, le decían: “Satanás”, ja, ja, ja. Buen portero, por cierto. Ese día nos probamos 20 negritos y nos llevaron más adelante de Omoa en una cancha con pasto, pero te encontrabas con “turuncas” por todos lados. De esa prueba salió también Odis Borjas, ese flaco sí volaba por la banda -recuerda.
Y agrega: Roque Alfaro iba escogiendo los cuadros para los primeros 45 minutos y todos se mataban en la cancha. Unas barridas que ni quiera Dios. Yo me había quedado viendo desde las graderías, porque no me habían metido a jugar. Alfaro no sabía ni de qué jugaba yo. Como yo era “tamaño de pipa”, no sabía si era central, delantero o portero ya de perdido me apodó “El Grandote”.
Mi compañero de entrada iba jugando pero yo venía con la mentalidad de que Platense me iba a dar todo y yo no llevaba short y le dije a “Satanás” que me prestara la calzoneta -sigue contando-. Renegando y todo pero me lo dio y yo todo flaco, comiéndome los mocos, ja, ja, ja, viendo desde las gradas cómo se mataban en la cancha 11 contra 11, jugándose la vida.
“Terminando los 45 minutos y miraba para todos lados menos donde yo estaba y yo muriéndome pensando por qué no me llamaba a jugar. Ya estaba mamado, eran las 9 AM y había un sol perro perro. Vuelve a poner a otro cuadro y yo seguía viendo. Yo pensaba que no tenía suerte y más a la edad que tenía, 23. De repente, ya quedaba poca gente y me llama: ´Grandote, vení; ¿de qué jugás?´. Él esperaba que yo le dijera de portero o defensa y cuando le dije que era delantero me puso a calentar durante 15 minutos”.
“Al menos el sol me estaba calentando el sol, ja, ja, ja. Me dio las respectivas indicaciones y sin mentirte, entré al partido a la media cancha porque el balón estaba del otro lado. El equipo de nosotros la gana y me la pasan a mí. Veo que pasa un cabrón descolgado por la banda izquierda, entonces se la mando y le pico por el centro. La agarré con mi perfil y le di al poste. Fue gracioso porque el que defendía esa portería era ´Satanás´. En la segunda jugada que tuve por la izquierda, el defensa me viene al choque y le aplico la Costlyña y llego al área y la centro y pitan el final del partido”.
“¡Grandote, vení para acá! –le dijo el profesor Alfaro ¡Te me cambiás y te me vas ahorita mismo a las oficinas del club que mañana firmamos contrato!
“En 5 minutos le demostré mi fútbol y ellos apenas contaban con una semana para escoger jugadores para el siguiente torneo. Escoger entre ese montón de negritos sería una odisea y a mi me dijeron en 5 minutos que firmara contrato”., dice Carlo con orgullo.
¿Ese fue el nacimiento de la Costlyña?
No, nace en México, pero sí fue la primera vez que la hice en Honduras.
Y entonces, ¿cómo nace la Costlyña?
No me la inventé yo, me la enseñó un amigo mexicano llamado Jorge Quiroz. A él le gustaba hacer pintas con el balón. Eso en México es muy común verlo en los partidos de fútbol rápido. Las tribunas se llenan porque hay buen nivel futbolístico en esas canchas. Un día, en uno de sus partidos, me dijo que iba a hacer una pinta bonita y yo estaba muy pendiente. En una jugada lo llegan a apretar y hace la jugada para salir de la marca. Yo quedé sorprendido, y Jorge me enseñó a hacerla al finalizar el partido y desde ahí me he quedado con ese sello.
Continuá contando sobre la firma de tu primer contrato…
Llego a San Pedro Sula a firmar el contrato, con Ramos (el gerente), y mi sorpresa fue que querían que firmara por 5 años, o sea 10 temporadas y yo me la jugué, me hice el guapo, ja, ja, ja, y le dije que no. Tampoco me podía regalar. Saliendo de las oficinas, llamé a mi tío y y me aconsejó que firmara solamente por un año. Regreso con la nueva propuesta y Ramos me dijo que entonces no jugaba. Al final terminaron hablando entre ellos y firmé por 3 años y 15 mil pesos. Hice 10 goles y me convertí en campeón goleador.
¿Algún portero al que sintieras gusto golear?
Al actual entrenador de Motagua: Diego Vázquez. Recuerdo que le metí 2 goles en un 5-2 frente a la Universidad en Puerto Cortés. En uno de esos goles me asistió Bani Lozano por la banda izquierda, lanzó el centro y yo llegué por el centro a cerrar. Diego nunca salía de los 3 palos y aproveché a pegarle de zurda. El segundo fue en otro juego, en un rebote filtrado por Carlos Will Mejía y veo que Diego me viene con todo y sólo se la toqué por arriba. Fue un golazo. Al final le metí 4 o 5 goles a Diego.
¡QUE SE HARTE SU MADRE!
¿Cómo te vas al exterior?
Yo lo presentía, mis compañeros me decían que me habían observadores en el estadio buscando verme y en aquel entonces, Manrique Amador era muy famoso y estaba en uno de los palcos en el estadio de Puerto Cortés. Ese partido lo jugamos antes Real España y metí un golazo de cabeza a Marcelo Macías para ganar 3-2 ya para finalizar el partido. A Real España donde lo agarrara lo goleaba. De ahí en adelante comencé a militar fuera del país.
Tu primer equipo es el Belchatow. ¿Qué tal esa experiencia?
A las 2 semanas me quería venir, ja, ja, ja. Cuando uno es nuevo, el idioma es un problema bastante grande y aparte, cuando llegué se estaba cayendo el cielo de la cantidad de nieve que estaba cayendo. Al inicio yo decía “qué macizo”, ya después no quería nada. Los entrenamientos en cancha sintética con ese frío son bastante crueles. El entrenador, Orest Lenczyk, empezaba a hablar y yo no entendía mucho de lo que decía ja, ja, ja. Con el tiempo fui agarrando palabras y fue bastante gracioso cuando iba entendiendo sus frases.
En la pretemporada, no aguantaba el comportamiento de este señor y hablé con el director deportivo de que me iba y estaba decidido a regresarme a Honduras, pero me dijo que me calmara y que hablaría con el entrenador. Ese día, en la cena del club, el entrenador sólo me quedaba viendo “pelando” los ojos azules y yo “Pucha, ¿a este señor qué le pasa? ¡Que se harte su madre!”. Cuando comencé a golear se terminaron los problemas. A pesar del carácter de este tipo, aprendí mucho de el.
Después se da tu salto al fútbol inglés…
Sí, estuve 2 años en Polonia y me fui al Birmingham. En un inicio me querían comprar pero lastimosamente hubo “chanchuyo” y se concretó un préstamo. Era más que todo negociarme como jugador y el Belchatow se llevó una buena cantidad de billete por ese préstamo. Imagínense que a mi me habían dicho que estaba evaluado en 150 mil libras y era mentira. Fueron 350 libras las negociadas. Yo tomé mi porcentaje y me fui a Inglaterra.
¿Te adaptaste fácil al fútbol inglés?
Sí, claro. Era el mismo clima y horario que Polonia, pero me pasó factura cuando jugué con la selección ante México en 2009. En aquella Selección estábamos con el profesor Reynaldo Rueda y ganamos 3-1. Anoté 2 goles y ya te imaginás. Me agrandé increíblemente.
¡Alto! ¿Te das cuenta que nos decís que te agrandaste?
Sí, claro. Lamentablemente la regué. Yo no soy así, pero en aquel momento, me pudo la fama, la pasión y el momento… Agregá el hecho de que jugaba en Inglaterra. Fue una época de descontrol.
¿Por qué no continuaste en Inglaterra?
Resulta que después de ese partido que se jugó un miércoles, me quedé dormido. Bueno, de hecho vi la alarma y dije: “Que me esperen en Inglaterra, yo soy Carlo Costly”. La cuestión es que perdí el vuelo y tenía que estar el viernes para entrenar y jugar el sábado. Mi representante estaba que me mataba porque para ese partido yo iba de titular.
¿Y al final jugaste o no?
Llegué directo al las instalaciones del equipo el sábado. Mi entrenador me preguntó tranquilamente qué había pasado y yo le dije que me había dormido y que había perdido las conexiones del vuelo, pero no me creyeron. Me dijo que no había problema, pero que me cambiara con la ropa del club y me mandó a las tribunas a ver el partido. Según yo hasta ahí llegaba el castigo. ¡De repente, tijera, papa! En todos los partidos iba en lista… pero a ver los partidos a las tribunas ja, ja, ja. Jugué de 8 a 10 jornadas y no metí ni un tan solo gol. De ahí en adelante sólo vi acción desde las tribunas.
¿Querías seguir o irte?
Yo quería seguir, me gustaba todo. Desde la cancha, el bus del club, la ciudad, el ambiente, en fin, todo. Lastimosamente me dieron las gracias y tuve que pagar el precio por haberme dormido. Regresé a Polonia y fue como si nada había pasado ja, ja, ja. Puse los pies en la tierra y comencé todo de nuevo.
SU LLEGADA A LA H
¿Cómo tomaste tu primer llamado a la Selección Nacional?
Con alegría, pero con mucho nerviosismo, porque no sabía con qué me iba a topar en la Selección. El primer llamado oficial me lo hizo el profe Reynaldo Rueda y en mi primer partido anoté frente a Trinidad & Tobago en el Estadio Morazán y ganamos 3 goles a 1.
También recuerdo que Chelato me llamó a un micro ciclo y estuve 3 días para una Copa Uncaf pero no pude jugar ya que me fui para Europa. Era una gran generación junto a Maynor Figueroa, Óscar Boniek García, entre otros, pero yo no los conocía ni el ambiente futbolístico del país.
Si hablamos de un amigo de Carlo Jair en el fútbol nacional… ¿Quién sería?
La verdad es que no tengo, me llevo con todos pero soy bastante reservado. Me gusta andar solo.
Entonces, con quién compartis habitación en las concentraciones o viajes?
Con Jerry Bengston, pero él casi no pasa en el cuarto ja, ja, ja. Le gusta andar molestando a los compañeros de cuarto en cuarto ja, ja, ja. Compartíamos jugando “con quien”, pero a mi no me dejaban mucho porque decían que yo era mañoso ja, ja, ja.
“NO LE DI LA MANO A RUEDA”
¿Tocar el tema de Sudáfrica 2010 es difícil?
En ese momento fue difícil, llegué a llorar y me costó superarlo. Miraba los partidos y yo no estaba ahí, pero por algo pasan las cosas. Con la ayuda de mi familia lo superé y ya estaba pensando en lo que venía.
El vídeo que subiste en su momento en tus redes sociales demostrando que ya estabas bien. ¿Fue con alguna intención?
¡Claró que sí! ¿Y vos qué creés? Ja, ja, ja. ¡Si hasta con tacos salgo! Tampoco estaba listo para jugar el primer partido de entrada, pero para el tercero sí. La lesión era el 5to metatarsiano y me fui operar fuera del país para estar listo para jugar.
¿Te resenstiste con Rueda?
¡Si “ombe”! De qué no le dije. Para decirte que hasta el día de hoy no nos hablamos.
¿Hubo revancha?
Ufff, acordate del partido ante Ecuador en Houston donde anoté 2 goles. En ese partido yo saludé a todos sus compañeros del cuerpo técnico que estuvieron aquí con la Selección también, menos a el.
¿Dónde vas a ver el partido contra México?
En mi casa lo más probable, aunque tengo una invitación para estar con una televisora pero aún no he concretado nada.
La celebración del gol del Aztecazo. ¿Por qué las manos detrás de las orejas?
Celebré así para que lo escucharan. Me fui a poner a un lado de la cancha y me pasaron de todo. Botellas, meados, vasos, pero yo no me moví ja, ja, ja. Para el segundo gol, quería celebrar como bailan ellos pero capaz y me mataban ja, ja, ja.
Y eso que andas en la boca siempre… ¿Es un chicle o una pajilla?
Ninguno de los dos ja, ja, ja. Es una tapón de agua y la uso para producir saliva y evitar la resequedad. Una vez se me deshizo toda y se estiró y me la tragué jajaja. Fue terrible ja, ja, ja. Si se me cae, lo recojo, a menos que le escupan o algo jajaja.
¿Podríamos decir que esa es tu cábala?
No, es que ya estoy acostumbrado. Desde que jugaba en llano lo hacía masticando algo porque se me reseca la boca y con eso produzco lo necesario.
LOS DATOS
Su primer gol: Fue en el Torneo Clausura de 2006 ante Motagua en el Estadio Nacional. El resultado de ese partido fue de un 1-3 a favor de los Escualos.
Su fuerte: Golear de cabeza.
¿Sabías que? Carlo Costly es el máximo goleador de Centro América que le ha anotado a México. El artillero hondureño le ha anotado 6 goles al Tri. El primer lugar de CONCACAF lo ocupa Landon Donovan.
Goles. Carlo Costly tiene 13 goles en Eliminatorias Mundialistas con la camiseta de Honduras empatando con José Roberto “El Macho” Figueroa.
Por el mundo. Carlo Costly es el máximo embajador hondureño del fútbol ya que ha militado en 9 distintos países. Polonia, Inglaterra, Rumania, México, China, Estados Unidos, Grecia, Turquía y Honduras.
Sus goles a… Carlo Costly le ha anotado a 15 diferentes selecciones. México, (6) Canadá (4), Granada (4), Ecuador (2), Costa Rica (3), Panamá (3), El Salvador (3), Trinidad & Tobago (1), Estados Unidos (1), Jamaica (1), Paraguay (1), Letonia (1), Haití (1), Venezuela (3) Israel (1)
¿Su gol favorito? “El gol que hice en el Azteca, por lo que representó, fue muy bonito y quedó para la historia, pero también un zapatazo de larga distancia en un partido frente a Canadá”.
Padre e hijo: Carlo Costly forma parte de una lista de 25 parejas que han estado en el mundial pero OJO no nos referimos a un acompañante en la cancha. Sino a la dupla padre e hijo que han ido a Mundiales. Casualmente en Sudáfrica estaba supuesto a que jugaras con el hijo de Miguel Alonso: Xabi Alonso. Don Miguel jugó en España 1982 con tu padre Allan Costly.
Un momento. “En la derrota de la Selección 2-1 en el Soldier Field ante Estados Unidos. A pesar de la derrota, fue un momento increíble por la cantidad de gente hondureña que llegó. Fue un ambiente increíble.”
Espera mañana la segunda parte, donde Costly acepto el reto de comer las alitas de pollo mas picantes de Honduras, también recibirá un regalo de su familia y te mostraremos un video que no te puedes perder.