“Conozco pintores que pueden trabajar mientras llevan una conversación”. (Wislawa Szymborska).
Las palabras de la poetisa polaca y ganadora del Nóbel de Literatura se me vinieron a la cabeza mientras platicaba don Nelson Omar Salgado, el pintor que tiene su taller al aire libre en plena Calle Peatonal de Tegucigalpa.
Sin quitar su mirada de la punta del pincel que le daba forma a bellas imágenes, fue contando su historia. Una gran historia.
“Yo estudié en la escuela de Bellas Artes por años, luego entré a la Universidad Nacional de Honduras donde llegué hasta el cuarto año de Arquitectura. Todo iba viento en popa hasta que la vida me puso la prueba más dura.
Como estudiante se presentó una oportunidad que cualquier amante de este arte desearía: pintar un mural de 4 pisos, así que si pensarlo lo tomé y me tardé más de 27 días en terminarlo.
Utilicé óleo, que es, al parecer, uno de los químicos más fuertes que se utilizan en pintura.
Y mi única ventilación era una puerta angosta, lo que no sabía era que al terminar el mural estaba terminando con mi sueño, ese mismo día me intoxiqué”…
Los ojos don Nelson se ponen llorosos y la voz se le entrecorta, luego agarra un suspiro y continúa contando su historia…
“Esta sustancia me mató muchas neuronas, dañó mi motor fino, el neurólogo me dijo que nunca más podría volver a caminar y peor aún, a pintar, ya que los daños habían sido irreversibles.
Caí en una gran depresión y renegaba por todo y por nada, blasfemaba contra Dios y le preguntaba ¿por qué?
Fue hasta que mi esposa Mónica me dijo que de Dios era el único que me podía ayudar y fue ahí que decidí acercarme a Él.
Yo le pedía que me diera consuelo, nunca le pedí que me diera la oportunidad de volver a caminar y mucho menos de pintar.
Pero hace ocho años me hizo el milagro de volver a estar de pie y hacer lo que me encanta.
Y desde ahí tome la decisión de hacer las dos alfombras con aserrín para Semana Santa, se encuentran en la alcaldía, es mi manera tonta de agradecerle a Dios por el milagro que me hizo.
Yo comencé haciendo las pinturas con aserrín, luego con tiza y ahora ya con pintura”.
El Picasso de la Calle Peatonal asegura que no es un artista, mucho menos un pintor. “Yo soy un muralista”.Después de mi recuperación, es decir, hace unos nueve meses es que estoy aquí en la Catedral”.
Y ha sido toda una odisea, que nunca ha tenido el apoyo de la alcaldía.
“Al principio la misma municipalidad me escondía o me robaba las tizas y, las pinturas me las lavaban para que se borraran”.
Fue hasta que CNN y la agencia de noticias EFE le hicieron un reportaje que traspasó fronteras que pudo conseguir permiso.
“Fueron ellos los que gestionaron todo, porque aquí pareciera que soy invisible”.
Cosa que es imposible ya que le han hecho cientos de reportajes impresos nacionales e internacionales, así como televisivos y hasta en YouTube.
Pero el último reportaje fue el de la suerte, pues parece que el alcalde de Nacaome, Víctor Flores, se interesó en él y ahora don Nelson será el encargado de decorar a la novia del sol.
De repente, el artista pone los pinceles a un lado y con cara de satisfacción dice: “Listo, señorita, el logo de RadioHouse.hn terminado”.
Y esta fue nuestra gran entrevista con don Nelson, desde aquí le deseamos toda la suerte y el éxito del mundo en Nacaome, se le va echar de menos en las calles capitalinas.