El FC Barcelona está a punto de finalizar un año de ensueño, de seis títulos disputados ganó cinco, algo que cualquier equipo en el mundo quisiera lograr, pero que pocos pueden hacer. El único pendiente fue la Supercopa de España, pero es algo que ya pasó a la historia.
El último éxito catalán fue firmado el pasado domingo, cuando los culé derrotaron 3-0 al River Plate en la final de la Copa Mundial de Clubes, convirtiéndose oficialmente en el mejor equipo del mundo en el año 2015.
En la celebración se podía ver a todos los futbolistas celebrando un nuevo título, pero en el rostro del guardameta alemán Marc-André ter Stegen apenas se podían notar gestos de satisfacción.
Luis Enrique no le dio ni un minuto en el torneo, en el juego de las semifinales el titular fue Claudio Bravo, y en la final repitió al chileno en el arco, aunque muchos creían que rotaría a los dos guardametas.
La decisión de poner a Bravo en la final parece no haberle caído nada bien al alemán, quien fichó con el equipo con la idea de convertirse en el portero titular ante la baja de Víctor Valdés, pero se ha encontrado con una rotación que lo aleja de la continuidad deseada y de ser llamado a la selección nacional, pues es visto muy pocas veces en el campo.
Claudio Bravo es titularísimo en los partidos de Liga, mientras que ter Stegen toma el mando de la portería en los duelos de Champions y de la Copa del Rey, los cuales son pocos partidos comparados con los que juega su compañero al final de la campaña.
Ter Stegen confiaba en disputar el Mundial de Clubes, pero el hecho de quedar marginado podría tener consecuencias, pues el portero comienza a valorar la opción de salir del club en busca de más minutos según afirma diario Marca, esto lo haría pensando principalmente en la selección nacional.
Luis Enrique tiene que solventar la situación, debe convencer al alemán que tiene confianza en él de cara al futuro, dándole minutos de juego y no relegándolo, pues incluso en el último duelo de la Copa del Rey ante el Villanovense el titular del equipo fue el tercer portero, Masip.
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¿Sabías qué…?
Ter Stegen es muy celoso con sus guantes, no permite que nadie se los ponga y si alguien lo hace prefiere estrenar otros a utilizar los mismos.
