Muchos hondureñitos -y hondureñitas-, aplauden el triunfo de la oposición en Venezuela porque de esa manera, según ellos, cae la dictadura chavista y nace un nuevo tiempo de esperanza y de libertad.
Después del CLÁSICO capitalino, sin embargo, esos mismos “luchadores” de la democracia han sacado las garras de la intolerancia e insultan a todo aquel que no piensa como ellos.
En esta “guerra” de acusaciones, www.radiohouse.hn fue bombardeada en redes sociales por estos imitadores de Hitler.
Así, si nuestro redactor Neptalí Valle escribió que Motagua debía ser castigado por el ya famoso “Recogepelotas Gate”, los seguidores del Ciclón Azul lo acusaron de ser un olimpista servil y poco les falto para pedir su deportación. Digo, como es el tema de moda…
Pero esos mismos que señalaron a www.radiohouse.hn de ser olimpista, compartieron en Facebook y Twitter la portada VÉNGASE CON SU PAPI, en la que Wilmer Crisanto abrazaba a un rival derrotado.
Los olimpistas, por su parte, se enfurecieron con esa portada y lanzaron el fácil y predecible ataque de “Estos de www.radiohouse.hn pueden comer mierda… ¡Se nota que son motagüenses!”
Pero, cosa curiosa, estos mismos obcecados olimpistas aplaudieron el artículo de Neptalí Valle y lo virilizaron.
A mí, en lo particular, me importa un carajo si la gente nos acusa de olimpistas, motagüenses, brutos, inteligentes, bonitos, feos, peludos, pelones, ignorantes o sabios. Porque al final de cuentas, el lector puede reaccionar como le dé la gana.
Las reacciones posteriores a este CLÁSICO inolvidable de semifinales demuestra que muchísimos seguidores del Olimpia son malos perdedores; y que muchísimos hinchas del Motagua son malos ganadores.
Una cosa es el debate, la exposición de argumentos y de ideas, y otra es bajarse el canasto “Van los tomates, las zanahorias, los pepinos, las naranjas”, y llevarse de encuentro al que a mí me da la gana…
MALOS PERDEDORES.
MALOS GANADORES.
ESO ES LO QUE SON.
Para mí, ningún bando se salva. Ambos han recurrido a la bajeza.
Como no soy ni Olimpia ni Motagua (soy un fanático seguidor de la JUVENTUS de Turín, y por ese equipo sí me bajo el canasto… ¿Va a querer papas, limones, remolacha?), puedo presumir de cierta imparcialidad para hablar de lo que sucede entre los dos equipos más populares del país.
Tengo varios puntos de vista de lo sucedido:
- Motagua merece estar en la final. De eso no tengo ninguna duda.
- Motagua recurrió al JUEGO SUCIO al ordenarles a los recogepelotas que desaparecieran del mapa. Pero como dice un refrán popular… “En la guerra, como en el amor, todo hueco es trinchera”. (Lo leí en Las mil y una historias de Radio Venceremos).
- Olimpia también ha jugado sucio en el pasado. El que esté libre de pecado…
- Olimpia no quedó eliminado porque no había recogepelotas.
- El error de NOEL VALLADARES terminó decidiendo el desenlace de una serie pareja y de poder a poder.
- Olimpia jugó mejor el segundo partido, pero fue incapaz de sacarle provecho a ese dominio.
- Los olimpistas deberían buscar un mejor argumento que el del RECOGEPELOTAS GATE.
- Es penoso que personas educadas, con puestos importantes, sigan echando leña al fuego con insultos y malcriadezas. ¡Den el ejemplo! (Y luego quieren que las barras no se “calienten”).
- Me parece bien que multen a Motagua, aunque me parece excesiva la cantidad de NOVENTA MIL LEMPIRAS.
- Ambos bandos deben dejar las lloretas y esas poses de “aquel es el malo, yo soy el bueno”.
- Es de mediocres acusar al árbitro ARMANDO CASTRO de ser culpable de lo sucedido.
- Motagua debe olvidarse de las semifinales porque en tres días se enfrentará al mejor equipo del torneo: Honduras Progreso. Y es mejor llegar bien concentradito.
- Olimpia también debe darle vuelta a la página y prepararse para el próximo campeonato.
- Tanto en la derrota como en el triunfo hay que comportarse con elegancia y ninguno de los bandos la ha tenido.
En www.radiohouse.hn hay redactores que le van al Olimpia y otros al Motagua. ¿Acaso es delito? Y como es normal, cuando escriben lo hacen muchas veces con el corazoncito en la mano, son full sentimientos y pasión, y así debe ser, porque en el fútbol, como en la vida, los PAN SIN SAL no sirven ni para estorbo.
Pero de eso, a que nuestros redactores sean insultados por sus opiniones… hay mil años de distancia.
Yo mismo no comparto siempre las opiniones-ideas de mis muchachos. Eso, sin embargo, no impide que respete sus opiniones y las publique.
Tampoco es que soy un santo del periodismo. Lo que pasa es que no me quiero convertir en un falso profeta como esos que hacen fiesta por lo que sucede en Venezuela, pero que por un partido de fútbol pierden la cabeza y sacan las garras de la intolerancia.
¡HE DICHO!!