Irvin Reyna jamás olvidará este momento que está viviendo. Eliminar a Olimpia en semifinales y sumar su tercera final consecutiva con Motagua. Histórico.
Pero hay un detalle más especial.
El 14 de Motagua llegó con una sonrisa a su hogar, luego de conocer el mejor regalo que le dio Dios. Su hija Camila Gissell que recién acaba de llegar al mundo.
“Hoy por fin pude cargar a mi hermosa Camila Gissell, valio la pena el sacrificio de no poder estar a su lado sus primeros días, pero definitivamente valió la pena, anoche una gran fiesta azul, una enorme bendición estar en la tercer final consecutiva. Sólo puedo decir: DIOS ES BUENO.” escribió Irvin Reyna en su cuenta de Facebook.
Reyna anda con la moral a tope y no es para menos.
RadioHouse felicita a papá Reyna y le manda un fuerte abrazo a la familia del volante motagüense. ¡Enhorabuena!