El portero Marlon Licona se puso la capa de súper héroe en duelo de las semifinales ante Olimpia por el torneo Apertura. ¡Que tapadón el que hizo este cipote!
Los corazones azules dejaron de palpitar cuando el Alberth Elis saltó al minuto 86 y cabeceó de manera soberbia. Licona se suspendió con sus alas y voló. Reitero, ¡Que tapada, me quito el sombrero!
“Esto se lo debo a Dios, me tiré y creí que no llegaba al balón”, dijo con la voz ronca y con lágrimas en sus ojos.
“No tengo palabras para expresar lo que siento. Esto es de Dios y de nadie más. Aquí está el trabajo del equipo”, confesó Licona.
Marlon Licona y el mundo motagüense nunca olvidarán esta noche. La noche en que el Viejo León quedó atónico y sin reacción en el Estadio Nacional.