Hoy si puedo decir que mis ojos han visto todo. Que loquera. Resulta que el presidente de Mauritania, Mohamed Ould Abdel Azizn se le antojo suspender un partido de fútbol, porque el encuentro estaba más aburrido que la película de Chicago.
El mandatario suspendió la final de la Supercopa del país entre el FC Tevragh-Zeina y ACs Ksar. El partido iba 1-1 en el minuto 63 cuando decidió detenerlo para pasar directamente a penaltis. Increíble.
La Federación ha dado su propia explicación de los hechos.
“Niego con la mayor firmeza la intervención del Presidente de la República en esta decisión”, afirmó el presidente de la federación, Abhmed ould Abderrahmane.
El comunicado informó que se tomó “la decisión que dos cuestiones organizativas y de acuerdo a los presidentes y entrenadores” de los respectivos equipos.
El presidente Mohamed Ould puntualizó que finalizar un partido con ambos equipos de acuerdo “no significa violar la ley”, porque es “un sólo partido” que no condiciona a ningún otro equipo.
“El fútbol es famoso por su flexibilidad”, concluyó. Ombe, pero no tanto. Aquí si se pasaron.