Por ÓSCAR FLORES LÓPEZ
Pedro Atala y Héctor Vargas se encontraron por allí después del CLÁSICO y le echaron más leña al fuego. ¡La cosa está que arde! Cada uno defiende su punto de vista, expone sus argumentos. Y le responde al otro. Este encuentro tiene lugar en la imaginación de www.radiohouse.hn pero aclaramos que la conversación está hecha en base a lo que ambos personajes dijeron a los medios de comunicación después del partido de ayer. Unimos esas declaraciones y el resultado es la siguiente plática… La frases reales que ellos dijeron a la prensa van en NEGRITAS.
-Ajá, profe Vargas, ¿cómo le va?
-Hola, Pedrito, qué casualidad encontrarte por aquí. Pues bien, bien, bueno tan bien…
-¿Y eso? -pregunta Pedro Atala con curiosidad.
-Pues como decimos en Argentina, el árbitro me hinchó las pelotas y…
-No, “hombe”, profe, como decimos en Honduras, no friegue, si los jodidos fuimos nosotros.
-Andá, Pedrito, pero si el árbitro ese es un boludo. ¡Es una injusticia la que nos han hecho!
Pedro y míster Vargas se encontraron imaginariamente en café de Tegucigalpa. “Invito yo, ¿qué querés?”, pregunta el DT del Olimpia. “No, profe, ¿cómo va a creer? ¡Yo pago!”, le responde el ex presidente del Motagua.
La mesera se acerca. Los atiende con una sonrisa medio forzada, pues ella es de la ciudad de El Progreso y le va al Honduras.
“Yo quiero un capucchino con azúcar de dieta”, dice Héctor Vargas. Pedro Atala pide un americano. La mesera toma la orden y se aleja.
-Como te decía, Pedrito, es una injustica la que nos hicieron. A Geovani Mendoza se le escapó la tortuga.
-¿Injusticia? No “hombe”, profe, si ustedes desde antes de que comenzara el partido…
-Andá, querido, “dechime” cómo está eso que vos decís…
–La directiva del Olimpia la hizo lindo con el tema de no dejar entrar a Diego Vásquez al camerino… Y ni siquiera al sector de silla, cuando tenía todo el derecho de estar allí -le dice Pedro.
-Es que eso está en el reglamento, viejo…
–Y terminó el partido y tampoco lo dejaron entrar a la cancha -continúa Pedro.
-Bah, eso no es nada, Pedrito… ¡Mejor cantame un tango!
-…Pero eso no influye como el gol que le anulan a Eddie Hernández. ¡Con ese gol podíamos definir la llave -señala Pedro.
-¿Querés que hablemos de goles anulado, Pedrito, querés? -responde Vargas.
-Dele, profe, pero no se enoje.
-No me enojo pibe, no me enojo con vos. Estoy indignado por la injusticia que pasa. Anulan un gol sin saber por qué, me acerqué al línea y le pregunté por qué anulaba el gol de Fabio y me dice de un peludo…
-Pero profe…
-Permitime, boludo, dejá que termine de contarte -dice Vargas-. Vemos la repetición en la televisión y nada que ver. A este fútbol lo están manejando de una manera que uno no sabe. No hay nada que reprocharle al central, a Geovani Mendoza, pero sí al línea.
La mesera se acerca y pone las dos tazas de café sobre la mesa. Pregunta si se les ofrece algo más, tal vez un postre. “No, gracias”, responden los dos al mismo tiempo. Ninguno lo dice, pero están a dieta.
–Esto no es nada personal, es un tema deportivo… Olimpia tiene su manera de cuidar sus intereses y nosotros los nuestros, pero nos bloquearon todos los accesos…
-Vamos, Pedro, viejo, no seás tan dramático -dice el profe Vargas. Y toma café.
–En la cancha se definirá todo, la moneda está en el aire… Con un empate estamos en la final -dice Pedro.
-Te siento confiadito, Pedro.
-No, profe, pero La moneda está en el aire. Me gustó mucho los últimos 20 minutos del primer tiempo y los últimos 15 del segundo que hizo Motagua.
–Este es el primer tiempo de 180 minutos. La moneda está en el aire, cualquier error de uno de los equipos nos puede quedar fuera. Si nos traen los líneas que nos trajeron, lo más factible es que no se pueda ganar -responde el DT del Olimpia.
-Así es, la moneda está en el aire -le dice Pedro.
–Solo faltan noventa minutos, será difícil para nosotros y para ellos. Vieron lo que pasó en la cancha, yo no voy a salir como dice un técnico que fueron superiores, fue un partido de ida y vuelta.
Pedro se ríe por la indirecta que Héctor Vargas le tira a Diego Vásquez. Ambos se han terminado su taza de café. Se ponen de pie, se dan un apretón de mano, se desean suerte y se van.
Héctor Vargas pensó que Pedro iba a pagar la cuenta, y este pensó que el DT del Olimpia se haría cargo. La mesera se acerca y echa rayos… Se han ido sin pagar…