El mediocampista de Bayern Leverkusen, Hakan Calhanoglu, acaparó todo el protagonismo de la Bundesliga este fin de semana, por un gesto que ha dado una lección a sus agresores.
Un gesto poco común, fuera de lo normal, pero, muy educado, dando el ejemplo al mundo entero.
El jugador alemán, de origen turco y de religión Musulmana, estaba a punto de patear un saque de esquina en el juego del Leverkusen frente al Schalke 04, la hinchada local comenzó a lanzarle desde las gradas múltiples objetos, uno de ellos impactó en la espalda de Hakan, este voltea y ve que era un pedazo de pan, en su reacción no hubo enojo, ni reclamo, mucho menos indignación, recoge el pedazo de pan, lo besa y bendice la comida desperdiciada para atacar a un humano.
¡Vaya gesto! … Un gesto de humildad y de amor, ante un ataque racista en un país de primer mundo.
https://youtu.be/FQ4Hy2j94s0