Calientitos los dos. Polémicos. Frontales. Sin medias tintas.
Diego Vásquez y Héctor Vargas han librado varias batallas de una “guerra” personal deportiva y, como buenos argentinos a los que les gusta un buen asado, han “condimentado” el CLÁSICO con pimienta y sal. ¡Sabrosísimo!
En las últimas temporadas hemos vivido varios dimes y diretes entre ambos entrenadores. Primero uno le lanza una indirecta por los medios de comunicación, después el otro se responde y viceversa, parece que no pueden estar tranquilos, bueno, tenían que ser argentinos.
Allá en el polo sur los ‘pibes’ viven el fútbol de una manera única, la pasión va más allá de ser una pasión, gritar en las graderías y burlarte del rival es normal, así que de alguna manera tenemos que aceptar la actitud de la Diego y de Héctor, pues así viven el fútbol ellos.
Estamos viviendo un duelo parecido al que en su momento mantuvieron Pep Guardiola y José Mourinho con el Barcelona y el Real Madrid, en ese entonces sucedía lo mismo, uno decía algo y el otro le respondía y bla, bla, bla. Los beneficiados eran los diarios por vender y vender tanta polémica.
Antes de cada partido siempre se mandaban su recadito, incluso después de los juegos se decían algo, este cruce de palabras ya es normal entre ambos.
Algunas frases de Héctor Vargas:
“Diego Vázquez tiene mucho que aprender”.
“Diego muchas veces piensa que somos tontos; debería de llamarse Diego Morales, tiene una moral enorme, pero nosotros somos mejores”.
“¿Diego?, que vaya a llorar a la iglesia…”.
Algunas frases de Diego Vásquez:
“Ahora veo a Héctor Vargas por el retrovisor”.
“Son hijos nuestros”.
“Ganamos con contundencia la serie, Héctor Vargas no existe”.
¡Ya estuvo pué!
La primera vez es gracia pero la segunda y las siguientes son tontera, los técnicos siguen metidos en su ‘riña’, aunque tenemos que admitir que se han abstenido un poco en la previa al partido de hoy.
En el último partido entre ambos estuvieron a punto de irse a los golpes, tanto así que fueron sancionados y en el partido de hoy no estarán en sus respectivos partidos, darán sus indicaciones desde algún sector del estadio, probablemente desde silla.
El periodista Mauricio Kawas decidió levantar la voz en su programa e invitar a los técnicos argentinos a un asado a su casa, esto después del problema ocurrido en el último Clásico.
“Héctor Vargas y Diego Vásquez, los invito a mi casa a un asado para que ya le bajen a este relajo, les llevo vino, les hago una parrilla espectacular, hablan ahí y se arreglan”.
https://www.youtube.com/watch?v=mb7T_CfnDSo
Esto es fútbol…
Lamentablemente estamos en una sociedad donde este tipo de problemas influye en el entorno, las personas (aficionados) buscan alguna reacción y caen en el juego de la violencia.
¿Los problemas dentro del campo incitan a la violencia?
Lamentablemente sí, cuando la tribuna mira que sus jugadores se dan en la madre con otros jugadores no la piensan dos veces, ya cuando andan locos comienzan con la violencia que en los últimos años ha alejado a los aficionados de verdad.
No debería influir en el comportamiento social, eso es seguro, pero en Honduras pareciera que todos andamos con mecha corta, medio nos molestan y explotamos buscando solucionar los problemas con una actitud agresiva.
Tenemos que entender que es fútbol y casi TODOS hemos jugado este deporte, sabemos que estando a nivel de cancha las cosas se pueden salir de control, la calentura del partido nos puede obligar a buscar reacciones, pero así es esto, EN TODO EL MUNDO SUCEDE.
Bueno, ya he hablado mucha paja, espero que el partido de hoy sea entretenido para los que asistan al estadio o para los que lo ven por televisión, será un buen juego, se los aseguro.
Ambos entrenadores han disputado 12 ediciones del ‘Clásico Nacional’, dejando un saldo de cuatro triunfos para Vargas y compañía, cuatro para Diego y su plantel y cuatro empates, así que esta serie podría quedar dispareja este día.
¿Cuál es tu pronóstico?
-Gana Motagua por la mínima
-Gana Motagua por dos o más goles
-Gana Olimpia por la mínima
-Gana Olimpia por dos o más goles
-Serán protagonistas Diego Vásquez y Héctor Vargas
