Yo sé que usted en este momento debe de tener muchos problemas. Seguramente le debe de preocupar el pago de la luz, agua, la matrícula escolar de sus hijos, la matrícula de su carro, tarjetas de crédito o alguna enfermedad terminal. Así es la vida y de ilógica. La vida da palos en momentos inesperados. Es jodida.
Yo también tengo problemas y en ocasiones me agobio, me quejo y me deprimo.
Lo más triste de ese momento amargo es saber que los que más sufren cuando estas mal son tu señora, tus hijos y tus padres. Es decir, tu familia en general.
Si, en efecto nos llevamos de encuentro a nuestros seres queridos cuando estamos jodidos. Yo soy el primero. No vemos solución y nos bloqueamos la mente.
Hace poco me puse a ver el video que realizó la cadena Univisión a Luis Garrido. El documental relata de cómo se fracturó gravemente en el juego eliminatorio entre las selecciones de Honduras y México.
Evidentemente me conmovió mucho y sin darme cuenta sentí un cosquilleo en la barbilla. Estaba llorando.
Me conmoví, porque me encontraba fuera de onda, muy negativo. No buscaba soluciones a mis problemas, es más me hundía solo.
Pero al ver el semblante de Luis Garrido donde sonríe y no muestra síntomas de preocupación. A Luis Garrido le realizaron una reconstrucción en su rodilla derecha y para rematar le pusieron injertos de cadáver, pues su recuperación tardará un año.
Es ahí donde digo: “Este Garrido es un verdadero Guerrero”. Las palabras del jugador del Houston Dynamo son positivas en todo momento y no le guarda rencor a la vida, al destino o a Dios.
“Me siento alegre y fortalecido con Dios porque ya estoy iniciando la recuperación, y poniendo muchas ganas”, dijo a sus fans por medio del sitio de Periscope.
“Vamos paso a paso, primero Dios volveré lo más pronto posible a jugar. Soy una persona muy positiva, me enfoco en recuperarme, hay Luis Garrido para rato”, dice entre sonrisas.
No me cabe la menor duda que la carrera de Garrido no terminará así. Estoy convencido que pronto dejará el hospital y volverá a patear la pelota. También estoy convencido que seguirá brillando en su carrera deportiva y que su recuperación será en menos de un año.
Si todos tuviéramos la fe y el espíritu triunfador de Garrido, el mundo fuera distinto.
Me he dado cuenta que mis problemas tienen solución, estoy seguro que sus problemas también tienen solución y que agarrados de la mano de Dios tendremos un mundo mejor, lleno de fe y esperanza.
Insisto, la Vida da palos, pero Dios nunca nos abandona. Luis Garrido es un claro ejemplo de que nunca hay que bajar los brazos. Ni en los momentos más oscuros de tu vida.
Fuerzas Garrido y espero verte pronto en las canchas. Como debe ser…