Son las típicas conversaciones en una mesa con los amigos y unos cubetazos de cerveza y la nostalgia sentada -sin invitación alguna-, en una de las sillas.
-¿Te acordás del Nene Obando? ¡No ha aparecido otro como él! -dice alguien.
-Ufffff… ¡Jugadorazo! -responde otro.
-¿Y de Diego Vásquez?
-Olvidate, el mejor portero que hemos tenido.
-¿Vos viste jugar a Primitivo?
-Nambe, yo, no soy tan viejo, pero mi papá dice que era turbio con la ñurda y que no paraba de correr todo el partido.
-Púchica, ¿te imaginás que todavía estuviera Amado en Motagua?
-¡El Lobo! -responde alguien de la mesa, con respeto-. El Capi…
Y todos en la mesa sueñan con ver a alguno de sus ídolos en el Motagua de hoy. Y se arma la discusión eterna, porque uno prefiere a Amado, otro al Nene y por allí sale la opinión que “Me hubiera gustado ver a Primi en este equipo”…
Las cervezas y los comentarios van y vienen. La nostalgia brinda por esos viejos tiempos, mientras por su memoria desfilan Amado y sus goles, el Nene por la banda pedaleando en su bicicleta, a Diego en atajadas espectaculares y a Chito Reyes en aquella tarde gloriosa en que le anotó tres al Real España en la final del 78.
Amado, Chito, el Nene, Diego, Primitivo… Todos ellos hubieran sido titulares en el Motagua de la actualidad.
Hoy nos dio la loquera de preguntarte a VOS, HINCHA DEL MOTAGUA, ¿A CUÁL DE ESTOS CINCO JUGADORES TE GUSTARÍA VER UNA VEZ MÁS CON LA CAMISETA AZUL PROFUNDO?
¡OJO, QUE SOLO SE VALE UNO!
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CÉSAR NENE OBANDO/VOLANTE
Temporadas con Motagua: 1988-94 y Clausura 2002
Goles: 23
Títulos con el Ciclón: 1
Es tan niño todavía que entra a la cancha montado en su bicicleta. Pedalea y engaña, engaña y pedalea. Te emboba. Amaga, parece que va pa´la izquierda, pero se escabulle por la derecha.
El fútbol es para él un jueguito, como cuando eludía rivales y piedras en la cancha del barrio.
Es el año de 1991. A Motagua le ha caído un maleficio y parece que será otra temporada más sin ganar un título. El último fue hace uh, en 1978.
El Ciclón llega a la final de la mano de Mon Rodríguez y de su Nene, quien, a la edad de 22, es ya “todo un hombrecito” con la pelota en los pies, un volante creativo rápido, pícaro, regateador.
El juego decisivo es en el Nacional ante Real España. Estoy sentado en sombra sur, y desde allí veo el pase de Fabricio Pérez, preciso, justo a donde corre el Nene.
Con la izquierda acaricia el balón, suavecito, como la palma de la mano sobre el rostro de una mujer, la hace correr y se le escapa a Karl Roland, el gigante con piernas de jirafa que intenta detenerlo con los brazos, pero el Nene es más rápido, se mete al área, ve de reojo, le saca la lengua a la historia, centra de zurda, Wilmer Cruz, el Pájaro, se lanza, pero ha de tener las alas rotas, porque apenas toca la pelota y Geovany Ávila -un ex-, la mete a la portería con la pierna, el muslo, con un pedazo de nalga, con el alma entera, no se sabé con qué putas… Y es gol al minuto 62, y Mon mastica chicle en la banca.
El mago con el número 10 rompe el maleficio. ¡Motagua es campeón! Todos abrazan al Nene que hizo la hazaña.
Fue su único título en Liga. ¡Una injusticia! A la bicicleta se le rompieron la cadena, los frenos, le quebraron el manubrio, le poncharon las llantas… Apenas tres años después, el Nene se va de Motagua y regala chispazos de su repertorio de trucos en Perú, Costa Rica y México, y en Victoria, Real España y la U.
Se retiró y la bicicleta quedó olvidada en una esquina, pues nadie la volvió a montar como lo hacía el Nene…
LUIS CHITO REYES/DELANTERO
Temporadas con Motagua: 1975-1986
Goles: 54
Títulos con el Ciclón: 1
Es en el Morazán de San Pedro Sula, en aquella lejana tarde del 28 de enero de 1979, que Chito sienta a la gloria en sus piernas y la besa, la besa mucho, la acaricia, la hace suya, no una, nos dos, sino tres veces.
Como delantero, su especialidad es hacer goles. De cabeza, de izquierda, de derecha o de sombrerito, como el que le hizo en el Nacional a Belarmino Rivera en un clásico contra Olimpia, cuando le pasó el balón sobre la cabeza, y el balón subió, subió, subió, se perdió en el cielo y después bajó, bajó, bajó con un pedacito de nube, y Chito la durmió y con un toque de derecha convirtió el gol…
Inolvidable, como inolvidables fueron esos tres goles que le hizo a Real España en aquella tarde del 28 de enero de 1979 en el Morazán de San Pedro Sula.
“Fue un momento maravilloso en mi vida… No se hablaba de hat trick, pero me quedé con ese récord ya que soy el único jugador en la historia de la Liga Nacional, hasta el momento, en anotar tres goles en una final”, dice Chito.
De hablar pausado, tipo humilde y de sangre azul, es el cuarto en la lista de goleadores históricos del Motagua, solo superado por Ángel Antonio Obando (77), Amado Guevara (73) y Óscar Martillo Hernández (68). Chito hizo 54.
Con Motagua gana otro título en el Clausura 2000, pero esta vez como DT, y se convierte en uno de los REYES de una historia de grandeza pintada de azul.
RAMÓN PRIMITIVO MARADIAGA/VOLANTE
Temporadas en Motagua:1974-1982 y 1988-1989
Goles: 23
Títulos con el Ciclón: 1
De primitivo solo tiene el apodo, pues es un volante que se adelanta al tiempo y vuelve al futuro. Incansable, es un todoterreno, un jugador total que sube y baja como los pistones de un fórmula 1.
Ramón Enrique Maradiaga se casa con Motagua en 1974, año en el que comienza a esculpir su leyenda.
Es difícil pensar en alguien que sea más motagüense que él.
Zurdo, hoy sería eso que llaman un volante mixto, pues quitaba el balón y lo daba. Era un destructor que luego construía.
En la final del 79, anota uno de los cuatro goles (los otros tres los hizo Chito) con el que Motagua descarrila a la Máquina.
Primitivo tiene cualidades de líder: carácter fuerte, el primero en dar un paso al frente; incansable, corre hasta el agotamiento; leal; amigo de los amigos y valiente.
La banda izquierda le pertenece y es tan buen jugador, que Chelato lo nombra capitán de la Selección Nacional en el Mundial de España 82.
Al título que ganó en 1978-1979 como jugador hay que agregarle cuatro como entrenador (TODOS CON EL MOTAGUA) y un Centroamericano en 2007.
En otro país ya tendría una estatua o una avenida, un parque, un estadio o un puente con su nombre: Ramón Enrique Primitivo Maradiaga. Grande entre los grandes. Leyenda. Inmortal.
AMADO LOBO GUEVARA/VOLANTE
Temporadas con Motagua: 1993-1995, 1996-2000, 2003, 2007 y 2010-2013
Goles: 73
Títulos con el Ciclón: 5
Amado, querido, respetado, admirado… El Lobo debe tener dos cerebros y un par de piernas invisibles, pues solo así se puede explicar que se desplace en la cancha como si estuviera en un tablero gigante de ajedrez.
Se desplaza como alfil, a veces como torre, otras veces es el caballo o el peón, pero nunca deja de ser el Rey.
Durante 90 minutos somete al rival, lo acorrala, lo doblega mentalmente, lo funde… ¡Jaque mate!
Nadie es más vivo que él en la cancha. Ni más entregado. Durante noventa minutos, El Lobo aulla, encara, pelea, nunca se está quieto, y demuestra en cada partido por qué es el CAPI del Motagua.
A muchos no les cae bien. Y con razón. Es el destino del triunfador: ser odiado o ser AMADO.
Jugador completo, le da lo mismo hacer goles con la izquierda que con la derecha.
En el once ideal de la historia de Liga Nacional, allí está Amado. Sin discusión. Por unanimidad. Elevado a la categoría de ídolo en plebiscito popular.
Amado y Motagua viven un luna de miel eterna apenas interrumpida cuando él se marcha al extranjero (España, México, Estados Unidos, Costa Rica y Canadá), a conquistar con su carisma y calidad a hinchadas que terminan rendidas a sus pies.
Ni siquiera la decisión más injusta y desleal en la historia del Ciclón logra romper los lazos de amor. Las palabras tontamente, deslealmente, idiotamente, “pendejadamente”, ingratamente, increíblemente (y cualquier otra que termine en mente), sirven para describir lo que la junta directiva hizo al echar a su ídolo.
Pero Amado se la aguantó y se marchó calladamente, tristemente, dolidamente, lealmente…
Aunque en realidad nunca se fue de Motagua, pues siempre siguió en el corazón del vendedor del mercado que todos los días se pone la camiseta azul; del conductor que pega en su camión el sticker SOY MOTAGUA Y QUÉ; en la mano anónima que escribe VIVA EL MOTAGUA en las paredes del barrio; en el taxista que anda un llavero con el logo del águila; en la hinchada que nunca olvida a su capitán…
Porque el Lobo siempre será recordado como un jugador genial que se LUCÍA con la camiseta de su AMADO Motagua…
DIEGO VÁSQUEZ/PORTERO
Temporadas en Motagua: 1997-2002
Dos veces portero menos batido con el club
Títulos con el Ciclón: 5
Los insultos bajan de la gradería de sol. A Diego Martín Vásquez le dicen de todo y le lanzan bolsas, botellas, palos… La hinchada del Olimpia no olvida ni perdona -ni le perdonará nunca-, que las manos del portero argentino le hayan amargado innumerables domingos de fútbol.
“Vengan a ver, vengan a ver, no es portero, es una puta de cabaret”, le rebotan los morteros verbales en los oídos.
Y Diego levanta las manos, juntaba y despega rápidamente los dedos con una sonrisa burlona diciéndoles “Tienen miedo”.
El mejor portero en la historia del Motagua usa colita, anda bien afeitado, las pega con las mujeres, hace anuncios, es educado fuera de la cancha, polémico debajo de los tres palos y se dedica a coleccionar títulos de campeón.
¡Con razón lo odian tanto!
Como portero no mete goles, pero consigue algo mucho más importante que eso: meterse a la afición del Motagua en el bolsillo del corazón.
Gitano del fútbol, anduvo por aquí, por allá, volvió al Motagua, siempre bien afeitado, pero sin colita, y siempre ganador, esta vez como entrenador, y alza una nueva copa de campeón con el Ciclón Azul.
Ídolo, con guantes o sin ellos.
Ese es Diego Martínez Vásquez…