Cinco de la tarde y el tráfico está perro en Tegucigalpa . La cola del Hato no tiene fin y voy a una velocidad de dos kilómetros por hora. Ya me duermo…
Pongo la emisora y me sale un reggaetón… “Te la voy a poner en el pecho”, dice la rola e inmediatamente cambio de frecuencia.
“Si me acerco a tu boca y te invito a una copa”, se escucha la voz de Romeo Santos… Naaaaaahhh, qué güeva. Hago otro cambio de frecuencia y me aparece un ballenato de Juan Luis Guerrra con el título: Estrellitas y Duendes. ¡Ahh música para mis oídos!
5:30 de la tarde y no he avanzado nada. “Ojalá tuviera una birria en mi mano para quitarme esta choya”, digo, mientras aprieto el timón, pues no hay cosa que me moleste más que estar en un tráfico perro. Me imagino que a ustedes les pasa lo mismo.
CARNITAS DE PRIMER NIVEL
Pero algo me llama poderosamente la atención. En una esquina, varios anafres, ocho cocineros asando carne, chorizos y chuletas, una humazón de orden y una larga y larga fila de personas.
“Ahh, ¿con que estas son las famosas Carnitas del Hato?”, me digo desde mis adentros, luego doblo a la derecha y estaciono mi carro.
Me atiende Gina Castillo, hija de los dueños del negocio las “Carnitas del Hato”, quien es la encargada del billete. En su mano derecha no suelta los pesitos y en su mano izquierda anda una calculadora.
“Este negocio tiene 16 años, antes estábamos en otro lado, pero siempre ubicados en el Hato. Este negocio se creó gracias a mi padre y mi madre con la intención de darle una mejor educación a sus hijos”, comienza diciendo Castillo.
“Desde los 13 años les ayudo a mis padres y aquí usted puede comer sano. Nosotros nos preparamos desde las cinco de la mañana y nos vamos de compras. Mi madre condimenta la carne y le queda muy bien. Tratamos de dar lo mejor”, confiesa.
CON 55 PESITOS SE COME BIEN
La cola avanza más rápido, mientras el tráfico vehicular sigue intacto y las bocinas se escuchan muy fuerte, también los insultos de la raza no tardan en llegar… ¡Bip, bip!… “Avancen hijos de la gran p#$%&/)(!!”, protesta un don todo maleado.
Yo mejor me enfocó en las carnitas… Mmmm se ven deliciosas y se me hace agua la boca cuando veo el plato cargado con chismolito, frijolitos, tortillas, ensalada, carne y chorizos. Siento un agujero en el estómago y preguntó: Ando 60 bolitas… ¿Qué vale la carne?
“Usted puede comer bien de 55 lempiras en adelante. También tenemos baleadas, pupusas, gringas. Yo le recomiendo que se compre una carnita de cerdo de res. Es uno de nuestros mejores platos”, apuntó.
“Vengan prueben el sazón de las Carnitas del Hato”, afirmó con alegría la emprendedora Gina Castillo.
PERSONALIDADES
El ambiente es agradable y campechano. En este negocio llegan gente de todos lados, incluso jugadores de Olimpia y Motagua, periodistas y cantantes.
“Aquí han venido Samuel Caballero, Víctor Muma Bernárdez, también me han comprado carnitas Eduardo Maldonado, Marvin Ponce, Esdras Amado López y otras personalidades. Ellos quedan siempre satisfechos”, subrayó.
“Nuestro sueño es poner otro local de carnitas. Nosotros hemos querido poner un local visible, pero si ponemos local los precios van a subir, porque tendríamos que pagar alquiler. Nosotros nos hemos encontrado con muchos obstáculos y adversidades, problemas con la delincuencia, pero seguimos con la frente en alto”, detalló Castillo.
El sol está por esconderse y el tráfico ha desaparecido. A mi mesa llega mi orden con un refresco de tamarindo. La carnita asada se ve espectacular. Los niños salen a la calle de tierra a jugar mables y las niñas juegan con sus barbies. La jornada terminó de manera diferente…
FRASES
“Tengo tres años de trabajar con las carnitas. Hemos luchado con muchas adversidades pero hemos salido adelante. Mi función es azar la carne y atender bien a nuestros clientes. Los fines de semana se pone bueno el ambiente”. Geovanny Lanza/Cocinero
“Tengo 15 años y sirvo los refrescos a los clientes. También puedo azar carne. Este año no pude estudiar, pero mi sueño es ser cantante y tengo la fe que lo voy a lograr”. Paola Amador/ Cocinera